Por: José Luis Carrillo, editor de Cali.
“Hoy Emcali es una empresa 14 veces más pequeña que las Empresas Públicas de Medellín, EPM”, así resume el alcalde electo de Cali, Alejandro Eder, el liderazgo perdido por la Empresa de Servicios Públicos en las últimas cuatro décadas. Pasó de ser referente nacional a un fortín de ‘polítiqueros’, sindicatos y contratistas, pero no así de los caleños.
No obstante, a menos de 50 días para que el alcalde electo, Alejandro Eder, tome el control de la empresa, renace entre los sectores vivos de Cali el anhelo de que las Empresas Municipales corrija su rumbo. Una tarea compleja que no han podido llevar a feliz término los últimos diez alcaldes.
En panorama es complejo: el componente de telecomunicaciones supera cada año los $50.000 millones de pérdidas. La Gerencia de Acueducto, el componente más rentable financieramente, reporta que casi la mitad del agua que potabiliza se desperdicia.
Para concluir, el componente de energía de Emcali solo distribuye y comercializa este servicio, no genera fluido eléctrico, lo que la deja a los caleños a merced de los caprichosos precios del kilovatio en bolsa (del mercado de los generadores de energía).
Esto sin enumerar los cuestionamientos por presuntos casos de corrupción que han rodeado en los últimos años a la compañía en varias licitaciones. Tal es el caso de la granja solar y el sistema de medición inteligente, entre otros.
El complejo panorama no termina ahí. Producto de las malas decisiones del pasado se encuentran enredadas y prácticamente frenadas obras tan importantes para Cali como el canal de aducción del Oeste y la modernización de la Planta de Tratamientos de Aguas Residuales, Ptar.
Los planes de Eder
Según el alcalde electo, Alejandro Eder, Emcali es una empresa pública que debe permanecer pública, “habiendo dicho esto Emcali tiene que ser manejada con un criterio empresarial, que genere valor para sus dueños, es decir los caleños, hace más de 30 años no genera dividendos. Uno de los problemas más graves es que en los últimos 30 años ha tenido 25 gerentes, ni la panadería de la esquina funciona cambiando el gerente cada año. Por eso de la mano de los sindicatos y otros sectores de la ciudad estructuramos una visión de empresa”.
Según Eder, hay que priorizar inversiones importantes en el componente de acueducto que genera pérdidas del 48 % y bajar esos indicadores al 20 %, que es en lo que maneja actualmente EPM y Aguas de Bogotá.
Frente al componente de Telecomunicaciones, el alcalde electo sostuvo que se debe dar la transformación de este componente hacía la tecnología. “Por eso debemos revisar el componente de telecomunicaciones porque le está dejando muchas pérdidas a Emcali y puede quebrarla”, advierte.
De otro lado, frente al negocio de las basuras, en el que la actual Alcaldía quiere retomar el control a través de una filial de Emcali, el Alcalde electo sostuvo que no tomará ninguna decisión al respecto sin estudios que lo avalen. “Ese estudio tarda un par de meses y buscaremos que el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco de Desarrollo de América Latina , CAF, nos ayude con eso. Este no es el momento para improvisar”.
¿Debe cambiar su naturaleza jurídica?
Para el concejal Roberto Rodríguez, crítico de los manejos de Emcali, la empresa debe seguir siendo 100 % pública pero debe dejar de ser una EICE ESP, es decir una Empresa Industrial y Comercial del Estado del orden Municipal, a una empresa SA ESP 100 % pública (Sociedad Anónima Prestadora de Servicios Públicos).
“Cambiando la naturaleza jurídica de la empresa se gana en el tema laboral y ya no tendríamos trabajadores oficiales sino trabajadores públicos. Hoy los únicos trabajadores que se pueden mover en la empresa son los gerentes de área”, explica.
Rodríguez afirma que esto permitiría un mayor control cuando los trabajadores son malos funcionarios que no quieren laborar y no se pueden mover de la empresa.
“En Emcali hay cerca de 300 trabajadores con imposibilidad de realizar el 100 % de sus actividades, incapacitados, en Emcali hay una cantidad de personas que han argumentado depresión y trabajan desde casa. Cuando cambiamos la naturaleza jurídica de la compañía podremos cambiar los problemas del personal”, explica.
Frente a los derechos adquiridos por los trabajadores, Rodríguez sostiene que de darse esta transformación Emcali seguiría siendo pública pero habrá un periodo de transición. “Eso quiere decir que los viejos trabajadores continúan con sus derechos adquiridos pero ya los nuevos trabajadores bajo otras condiciones”, argumenta.
Y complementa: “Mire la infamia que hizo esta administración, reclasificó trabajadores públicos a trabajadores oficiales, eso significa que las personas de libre nombramiento y remoción quedaron como empleados oficiales, es decir, que ya no se pueden sacar y se pueden quedar hasta los 70 años. Pasan a tener los mismos derechos convencionales de los trabajos sindicalizados. No contentos, esos trabajadores demandaron a Emcali reclamando todos los derechos de aquí para atrás, con eso van a quebrar la compañía”.
El concejal es consciente que políticamente son decisiones difíciles de tomar, “pero como está hoy Emcali no es posible sacarla adelante… cómo van a gobernar a Emcali si los empleados se creen dueños de la empresa, hoy tiene 19 sindicatos, por eso el problema es estructural, por eso debe haber un cambio de la naturaleza jurídica”.
Según el cabildante su propuesta esta corroborada por más de cinco estudios hecho por distintas firmas consultoras y la mayoría de ellos se encuentran archivados en los archivos de Emcali y la Alcaldía de Cali.
Lo que dice el actual gerente
Fulvio Soto, actual gerente, sostuvo que para que Emcali sea rentable, la próxima administración debe prestar atención a tres aspectos, el primero de ellos es la infraestructura física y los bienes e inmuebles de la empresa. Lo que corresponde a estaciones, subestaciones, vehículos etc.
“El segundo aspecto es la planta de cargos y el tercer aspecto es el modelo de abastecimiento”, dijo.
Soto explicó que frente a la planta de cargos Emcali tiene aproximadamente 2500 empleados públicos oficiales, lo que les da derechos y prebendas sindicales. “Lo que uno observa es que la planta de cargos está envejecida, es decir el 50 % de los trabajadores de Emcali es mayor a los 56 años y 62 años... siendo esta empresa operativa se necesita empleados en edades jóvenes para la prestación del servicios, también ubicamos que parte del personal operativo tiene restricciones laborales, por eso la próxima Alcaldía debe pensar en un plan de relevo generacional y de retiro voluntario porque sino la empresa en 5 años los trabajadores estarán más maduros”.
Explicó que en la caso de Telecomunicaciones que tiene cerca de 400 personas, según un estudio tiene 300 personas de más. “Y por eso el margen operacional da en rojo”.
Y agregó que ya hay estudios que priorizarán el componente de Telecomunicaciones que se le entregarán al nuevo alcalde de Cali.
La voz de los sindicatos
Según Fredy Salinas, Secretario de Planeación de Sintraemcali, la situación de Emcali es compleja. “Durante el proceso de empalme entre los alcaldes Maurice Armitage y Jorge Iván Ospina fue valorada con una calificación de 3,6 sobre cinco y hoy, según metodologías aplicadas por nuestros asesores, el alcalde electo Alejandro Eder recibirá una empresa con una calificación de 2,4, es decir perdió el año la administración Ospina”, Esto a pesar de algunos importante ajustes en el último año.
Salinas sostiene que no sirve de nada que los trabajadores tengan una cuota en la Junta Directiva de Emcali. “Eso no sirvió de nada, lo que necesitamos es que los gerentes escogidos sean personas idóneas y no agentes de la política”, manifestó.