Por: Camilo Villaquirán / Reportero de El País
¿Que se traslade y se convierta en un gran pulmón verde para Cali o que se quede y se suspenda el uso de la pista de aterrizaje?
Esas son las opciones que se plantean diversos sectores de la ciudad frente al futuro de la Base Aérea Marco Fidel Suárez, luego del accidente que consternó a la ciudad y que dejó como saldo dos militares fallecidos.
Cinco años pasaron para que una aeronave de esta escuela volviera a tener un accidente con pérdidas de vidas humanas. La de esta semana se presentó en un parque de la ciudad, lo cual revivió el temor de los caleños frente a las prácticas de los cadetes así como el sobrevuelo constante de aeronaves por zonas altamente pobladas de Cali.
El accidente de esta semana desempolvó una iniciativa que incluso está establecida en el artículo 450 del Plan de Ordenamiento Territorial de Cali (POT), la cual se centra en aprovechar este espacio para la construcción del Aeroparque Marco Fidel Suárez.
Según el subdirector de Planificación del Territorio de la Alcaldía de Cali, Jean Paul Archer, lo que plantea el POT es la construcción de un parque, pero no trasladar la totalidad de la Base Aérea, sino que se dejaría en el sitio la escuela, pero sin el funcionamiento de la pista.
“En el 2014 se estableció el POT, pero para esos años también salió la autoridad de la Aeronáutica Civil, entonces se traen un comando aéreo de combate y eso hace que nos restrinjan las alturas de construcción. Entonces lo que ellos hicieron fue llevar a cabo una demanda en contra del Municipio, en la figura de Acción Popular, y esa ya falló en primera instancia para la Fuerza Aérea, estamos esperando el fallo en segunda instancia”, reveló Archer.
Según el funcionario, hasta que no se logre solucionar este pleito no se podrá avanzar en la consolidación del parque, por lo que actualmente están en una serie de concertaciones con la Fuerza Aérea y tener la mejor solución posible.
“Sí, es un poco extraño que los jueces tomen partido en favor de las pretensiones de la Base Aérea cuando la operación que se da en esa pista es muy bajita. Diariamente en promedio los vuelos diarios son entre 5 y 10, y eso es muy poco para tener una restricción tan grande en la ciudad”, opinó Archer.
En ese sentido, Archer agregó que el esfuerzo por el desarrollo del parque requiere de varios años de trámites, además del esfuerzo de varias entidades gubernamentales.
“Las disposiciones de ordenamiento territorial son de largo plazo. Entonces el POT está definido para tres vigencias, cada una correspondiente a un periodo de Alcaldía, entonces esta sería la número dos. A la siguiente Administración le toca gestionar el tema del Aeroparque”.
El parque soñado
El POT estipula que el Aeroparque debe tener al menos 95 hectáreas dedicadas al disfrute de los peatones de la ciudad, en donde como mínimo el 90 % debe corresponder a zonas verdes.
“Es una decisión de ciudad fuerte que tiene que ver con una transformación para Cali. De hecho, mucha gente dice que es similar a lo que se hizo en el Siglo XIX en New York con el Central Park. El POT plantea que pueda haber allí un área con bosques y lagos con senderos”, explicó Julián Ricci, arquitecto de la Universidad San Buenaventura Cali y estudiante de la maestría en urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia.
De acuerdo con el especialista, Cali necesita espacios como este que puedan ayudar a concentrar una gran cantidad de personas en dado caso de requerirse, tal como ocurre en el Parque Simón Bolívar en Bogotá.
“La Base Aérea es el predio más grande del área urbana de Cali, son 160 hectáreas, luego viene la Universidad del Valle que tiene alrededor de 100 hectáreas, entonces en el POT se dice que el 56 % de las 160 hectáreas deberían ser del Aeroparque Marco Fidel Suárez, es decir, que se tendría un espacio verde de casi el mismo tamaño de la Univalle”, ejemplificó Ricci.
Esto, en resumidas cuentas, haría que se puedan sembrar más árboles en una ciudad en la que solo 2 de las 22 comunas cumplen con el mínimo de metros cuadrados de zonas verdes por habitante que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que es de 9 m², ya que actualmente solo se reporta 4,6 m² por cada caleño.
“A la escala del predio de la Base Aérea, este parque no beneficiaría solo a la ciudad, sino a toda el Área Metropolitana. Además, se debe recordar que en parte trasera de este predio pasará la segunda línea del Tren de Cercanías, que conectará Cali con Palmira, entonces tiene mucho más potencial”, indicó John Bustos, profesional en Ciencias Políticas y Gobierno, con maestría en Ciudad y Urbanismo.
Según el especialista, Cali es una ciudad que tiene mucho potencial ambiental, pero que hasta el momento no se ha explotado al máximo y se sigue pensando que las ciudades del Siglo XXI deben ser llenas de cemento, cuando la realidad es diferente.
“Las zonas cercanas a la base, sobre todo el barrio Porvenir -cerca a la Base Aérea-, son identificados como espacios en donde la sensación térmica es más alta que el resto de la ciudad y esto puede generar problemas de salud. Si se convierte la Base en un parque se pueden mitigar todos los impactos que genera el calor producido por la urbanización dentro de esta zona y generar mejores condiciones de salud y ambiental”, puntualizó Bustos.
El alto costo de trasladar la base
Cálculos de algunos expertos indican que trasladar la base aérea podría costar entre $6 billones y $9 billones. Pero son cifras que no están validadas con estudios al respecto.
La otra pregunta es, ¿hacia donde moverla? En años anteriores en los que se dio esta misma polémica, muchas voces plantearon que el mejor espacio para la base serían terrenos contiguos al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, donde podría consolidarse un parque aéreo integrado.
Javier Garcés, exteniente coronel de la Fuerza Aérea Colombiana, indicó que trasladar la totalidad de complejos y servicios que hay en la actual Base Aérea es muy complejo, pero que podría existir una solución.
“Si se habla del accidente, entonces lo que se podría sugerir es que se traslade la operación de entrenamiento de vuelo, que es lo que genera la polémica. De hecho, dentro de la escuela militar había entrenamiento con dos aeronaves, estaban las Cessna 172 y la T-90 (la del accidente). La primera ya se trasladó a Palenquero y en algún momento la T-90 estuvo en Tuluá, ya eso se ha planteado. Sin embargo, no se puede ir al Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón porque tiene mucho tráfico aéreo”, explicó Garcés.
“Debe trasladarse, aunque le ha prestado servicio a Cali por cerca de 100 años, pero indiscutiblemente no puede estar en el perímetro urbano. Bienvenida una propuesta que se la lleve hacia la zona rural o al departamento del Cauca donde hay un conflicto y serviría más”, indicó el concejal Juan Martín Bravo.
De acuerdo con el cabildante, la sola pista de este complejo tiene una extensión de 1,8 kilómetros, por lo que en ese espacio se podría construir una infraestructura como el Sambódromo de Brasil, en donde se usaría ese espacio para grandes eventos.
“Ahí se podrían hacer eventos como el salsódromo, sin que generen todas las dificultades en movilidad que actualmente supone”, agregó Bravo.
Otros accidentes
En los últimos años, se han presentado accidentes aéreos de aviones en de la FAC en Cali poniendo en riesgo la vida tanto de personal militar como civil.
En el año 2013, fueron dos incidentes. El primero fue el 14 de marzo, una avioneta se estrelló al interior de Escuela de aviación Marco Fidel Suárez, fallecieron los dos tripulantes del aeromotor.
El segundo caso fue el 3 de abril, por fallas mecánicas, el avión no pudo levantar vuelo y se salió de la pista, llegando casi a una cancha de fútbol de un barrio continuo. No hubo afectados.
En el 2018, un aeroplano se estrelló en la pista de la Base Aérea, en ese caso murieron sus dos ocupantes.