En riesgo se encuentran cientos de familias barrios abajo del cerro de las Tres Cruces, debido a que esta montaña tiene grandes erosiones que amenazan con deslizamientos, según los habitantes aledaños al sector.
El caleño Felipe Ramos hace parte del colectivo ciudadano 100en1día, que realiza siembras en este lugar. Él fue el encargado de denunciar la situación, manifestando que hay carreteras en las que se dificulta mucho el tránsito de vehículos por las grandes grietas que hay en ellas.
“Lo que ha venido pasando en los últimos días en la parte baja de la montaña, principalmente en Juanambú, Granada y Chipichape (inundaciones) obedece a material de arrastre que, con las lluvias, corre montaña abajo debido a la erosión de los suelos, y que tapona los canales de desagüe y las alcantarillas de esos barrios”, puntualizó Ramos.
El País visitó la zona y encontró que, en ciertos sectores, las grietas tienen tanta profundidad que cabe la pierna de una persona adulta hasta el nivel de la rodilla. Aún así, esto podría empeorar hasta el punto de que se desprendan varios pedazos de la montaña.
“Si usted visita el Ecoparque Bataclán, por la entrada de Juanambú, se da cuenta que la montaña está cediendo, además de que la montaña que conduce al centro de fauna del Dagma ya está a la mitad. La contingencia está en un nivel crítico porque no van a poder pasar ni siquiera vehículos de emergencia si esto sigue así”, añadió preocupado el ciudadano.
Desde el punto de vista técnico, el ingeniero civil especializado en temas de gestión del riesgo, Luis Fernando Montoya, explicó que toda la zona del cerro de las Tres Cruces es de amenaza alta, muy alta o media, de acuerdo con los mapas de zonificación de amenazas de la misma Alcaldía. Esto debido a que hay altas pendientes, muy mal manejo de aguas y unas estructuras que se llaman coluviones, que son antiguos deslizamientos que ya se estabilizaron por su cuenta, pero que podrían reactivarse con cualquier detonante externo que se presente.
“Eso es algo con lo que tenemos que convivir, lo que pasa es que hay factores que detonan esa amenaza y también que le bajan. Eso es lo que te define la vulnerabilidad, entonces vemos que, con el tránsito de la gente, la caminada de la gente, con el mal manejo de aguas, se han generado unas cárcavas, que ese es el nombre técnico de esas zanjas, unas cárcavas por las que el agua desciende sin control”, declaró el académico.
La explicación de lo que ocurre es la siguiente: una vez se empieza a agrietar el terreno, el agua baja por las cárcavas; mientras más baja, más material arrastra, más espesa se vuelve el agua y, por ende, la cárcava se profundiza más. “Esas cárcavas finalmente lo que hacen es inyectar agua a la roca y la ponen más blandita e inestable, entonces incrementan el riesgo”, añadió Montoya.
Ante las situaciones que han empezado a detonar la montaña, el ingeniero indicó que la posibilidad de mitigación pasa por volver menos vulnerables las viviendas y edificaciones, gracias a pilotes muy bien cimentados, obras de control de tierras, entre otras opciones.
Por su parte, la comunidad expuso varias causas adicionales para lo que está ocurriendo. Un habitante de la zona, que pidió omitir su nombre, comentó que una de ellas es la práctica constante de enduro, lo cual se ve intensificado ante la poca vigilancia de las autoridades.
“Motos de cross que suben a hacer su actividad recreativa y con sus llantas, además de que erosionan, dañan la flora que se ha sembrado en estos sectores. Además, la otra causa es el de la siembra, la Alcaldía no le ha prestado atención, se han hecho campañas y gastado mucho dinero en resiembras, pero como no le hacen seguimiento pues los árboles se mueren”, expuso.
Asimismo, el ciudadano comentó que las invasiones en este cerro y la falta de las canaletas han hecho que esta erosión de los suelos sea más crítica. “Deseamos que esta Alcaldía le preste más atención al cerro de las Tres Cruces, que se haga una alianza, pero no de papel, sino en territorio”, concluyó.
Juan David Muñoz, líder del grupo Enduro Cali, aseguró que la comunidad que practica este deporte no lo hace por las zonas en las que se están reportando las grietas, sino por unos senderos establecidos hace muchos años y que han funcionado a la perfección para desarrollar la actividad.
“Lo que está alterando el cerro realmente es la presión del agua, porque por allí es que ha bajado el agua de las lluvias de las últimas semanas y la fuerza hace que se presente eso”, consideró el deportista.
Ante las constantes críticas que reciben, añadió que el enduro no genera los impactos ambientales que les achacan, ya que se realiza en zonas áridas donde no hay vegetación y es baja la presencia de animales.
“Las invasiones en el cerro son un peligro”
Una fuente que reside en las inmediaciones del cerro de las Tres Cruces reveló que el alto riesgo para la comunidad que significan las invasiones que se están presentando en ese sector, tanto las nuevas como la apropiación del espacio ambiental por parte de las personas que ya habitan Bataclán.
Reveló que estos residentes han optado por construir terraplenes al borde de la carretera, pero en muy malas condiciones técnicas, con llantas y varios materiales no aptos para el terreno y sus condiciones.
“Están mal construidos. Eso fue lo que causó que el agua no siguiera el curso de la carretera de Bataclán, sino que se llevara esos terraplenes, que es lo que usan para que los carros y las motos parqueen y cobran los parqueaderos”, explicó la fuente.
Si bien reconoció que las fallas en canales como el de Centenario fueron la causa principal de la caída masiva de agua y lodo desde la montaña, indicó también que la comunidad de esos sectores altos se quiere lavar las manos por las prácticas que realizan.
“La forma en que han hecho movimientos de tierra a su manera para habilitar esos parqueaderos, eso fue lo que se derrumbó, con todo el lodo y las piedras, los palos y hasta pedazos de llantas. Que las autoridades se ocupen de parar esto con esta gente, porque van a seguir haciéndolo y no demoran en reconstruir la zona de parqueo que se les vino abajo”, complementó.
“La mejor estrategia es sembrar árboles”
Desde el Dagma confirmaron que se está presentando una erosión de los suelos en este sector, pero indicaron que ya se hicieron algunas acciones de siembra para poder solucionar.
“Iniciamos con una siembra hace alrededor de mes y medio con varias organizaciones en la que plantamos 11.000 individuos, y ahora estamos identificando nuevas áreas de siembra”, recalcó Mauricio Mira, director del Dagma.
Además, sostuvo que la práctica de motocross y enduro sí estaría afectando el sector, por lo que ya se está trabajando en esa vía.
“Estamos coordinando una mesa de trabajo rápida entre Secretaría de Seguridad y Justicia, Dagma y la Secretaría de Deporte para identificar la mejor estrategia que se pueda implementar con el motocross en esa zona, porque desde el punto de vista ambiental tiene un impacto en la erosión y en la fauna porque espanta a varias especies”, aseguró Mira.
La Secretaría de Gestión del Riesgo afirmó que, sin un modelo predictivo satelital, no se puede aseverar que va ocurrir o no un movimiento en masa, ya que para estos eventos confluyen diferentes variables.
Aún así, informaron que ya se está adelantando la preparación para la recuperación del cerro, y gestionando actividades para la ejecución. “Este tipo de escenarios, como el de Tres Cruces, ya los tenemos visualizados y contemplados dentro de ese subproceso de recuperación”, manifestó la entidad a este medio.
También hicieron varias recomendaciones sobre medidas que pueden ayudar a prevenir una situación como esta: “No generando procesos erosivos en el territorio, mantener la cubierta vegetal, especialmente árboles y arbustos con raíces profundas que estabilicen el suelo, y generar procesos de reforestación en áreas afectadas con plantas adecuadas para estabilizar el terreno”, concluyó la Secretaría.