Ad portas de cumplirse un año del asesinato de Rodolfo Dagua y Leonardo Talaga, dos trabajadores de un ingenio azucarero ubicado al norte del departamento del Cauca, varios de sus compañeros llegaron a Cali para protestar por la falta de respuesta de las autoridades frente a estos casos.
Fue el pasado 6 de febrero de 2023, cuando Rodolfo, Leonardo y los demás trabajadores se encontraban en sus sitios de trabajo en el ingenio Incauca, en el municipio de Padilla. De repente llegaron unos individuos que desencadenaron el pánico y la zozobra; dos horas después, la lamentable noticia era sobre sus muertes.
“Hasta la fecha, como todo, en la impunidad, no ha habido respuestas de las autoridades ni del Gobierno, y les pedimos que nos den respuesta tanto a los trabajadores como a las familias, porque queremos darnos cuenta qué fue lo que ocurrió y por qué este hecho tan lamentable con unos trabajadores, que lo que hacemos es madrugar para ganarnos el sustento para nuestras familias”, expresó Aldemar Moreno, compañero de las víctimas y quien se desplazó hasta Cali para protestar.
Este martes, 6 de febrero, se realizará en el municipio de Padilla un acto conmemorativo por el primer año del fallecimiento de los dos trabajadores, en el que se pedirá información sobre el avance de las investigaciones.
“Nosotros queremos justicia, sentimos miedo después de la muerte de nuestros compañeros, y más sabiendo que nunca se hizo justicia. Por eso estamos exigiendo que no quede este caso en la impunidad”, manifestó Juan Carlos Agudelo, vocero de los ingenios de la región.
Pero luego de estos crímenes, otros tres trabajadores también fueron asesinados, cuyos casos, una vez más, aún no tienen resolución. El primero de ellos ocurrió en el municipio de Miranda, donde mataron a un operario del área de vigilancia, luego se presentó un homicidio en la vereda de El Chamizo, en Padilla, y el tercer caso fue el de una trabajador que fue sorprendido por hombres armados en el municipio de Florida, al sur del Valle del Cauca.
El miedo que sienten quienes aún se desempeñan en estas tareas también los llevó a tomarse la capital del departamento, para pedir atención, apoyo y que se les brinde la seguridad que necesitan.
“Hoy hay una cierta calma por la mesa que hay en el norte del Cauca, pero sigue la zozobra”, agregó el trabajador Aldemar Moreno, reiterando el pedido de asistencia a las autoridades.
En la conmemoración de este martes 6 de febrero también se reclamarán mayores garantías, ya que, aseguran, se mantienen las intimidaciones de grupos armados ielgales, quienes sospechan que son quienes están detrás de los crímenes.