Emcali lleva varios años bajo la lupa de los entes de control y de la ciudadanía por sus cuestionados procesos de contratación. Los escándalos van apareciendo con diferencia de meses y todos causan afectaciones a la reputación.
El contrato para la modernización de los medidores de energía es solamente el más reciente de los tres que han empañado a la empresa en este 2022, además de otros presentados en los últimos años.
“Hay unos grandes procesos de contratación orientados de manera muy cuestionable, que tratan de beneficiar a unos particulares bien determinados. Llevamos ya dos años de esta Administración denunciado irregularidades”, manifestó Jhoni Trejos, vocero del Sindicato de Trabajadores de Emcali, Sintraemcali.
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El líder sindical dijo que hay que prestarle mayor atención a las modificaciones que se le hacen a las condiciones de los contratos, pues este sería el ‘modus operandi’ de Emcali para beneficiar a ciertos privados.
El laboratorio Mi Cali Contrata Bien también ha hecho cuestionamientos a los procesos de contratación “dudosos” de Empresas Municipales.
Entre el 2020 y el 2022 han sido adjudicados 20 contratos por un valor de $423.000 millones. Uno de los procedimientos más usados para este fin es la convocatoria pública.
El 70 % de los llamamientos se entregaron, sin competencia, a un único oferente o a una sola propuesta habilitada. Además, el 78 % de todo el dinero adjudicado se distribuye en solo tres convocatorias, que han tenido, en promedio, 15 modificaciones a las condiciones contractuales, como las que también se denunciaron en el proceso con Klarzen, resalta el informe.
Por otro lado, concejales, congresistas y ciudadanos han cuestionado que las investigaciones hechas por los organismos de control se quedan solo en informes, sin llegar a procesos sancionatorios contra los responsables por los proyectos y los contratos fallidos.
“Nosotros realmente no tenemos confianza en los organismos de control porque en el país se ha visto que, a pesar de que existan denuncias y pruebas, no sucede nada. Creo que esas entidades, a la hora de la verdad, hacen parte de las redes y clanes políticos que controlan toda la contratación y a los políticos a nivel local”, agregó.
La Contraloría General sostuvo que constantemente realiza intervenciones en la empresa de servicios públicos de los caleños para vigilar los procesos contractuales que allí se realizan.
Son varios los proyectos de Emcali que han sido cuestionados. A continuación, se menciona en qué quedaron algunos de los más sonados en los últimos meses.
Sin embargo, las inquietudes van mucho más allá y se ha pedido investigar a fondo los procesos de la Gerencia de Energía y a contratistas como Proing.
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Línea de aducción a San Antonio
Desde el último trimestre del 2017 Emcali ya había anunciado que se construiría una nueva línea de aducción que llevara el agua que se recogía en la bocatoma del río Cali hasta la planta de potabilización de San Antonio, de la que se surten alrededor de 700.000 habitantes de Cali.
El contrato se firmó en 2019 con un consorcio, conformado por Construcciones Colombianas OHL SAS y Agrupación Guinovart Obras y Servicios Hispania S.A., por un total de $31.000 millones. Las obras durarían 18 meses, pero después se amplió el plazo y se destinaron $11.700 millones adicionales mediante un otrosí.
Posteriormente, el contratista solicitó más recursos, pero Emcali no correspondió y las obras quedaron a la deriva, en un escaso 31 % de avance. El proceso llegó a un tribunal de arbitramiento y la Contraloría, en junio de este año, notificó sobre un posible detrimento y hallazgos fiscales por encima de los $11.000 millones.
El contrato actualmente se encuentra finalizado por vencimiento de términos y Emcali estaría buscando un nuevo contratista para completar las obras, que están selladas y custodiadas, según una visita técnica realizada en marzo de este año
Modernización de la Ptar Cañaveralejo
Con un presupuesto de $75.000 millones, se le adjudicó a la compañía española Acciona Agua el contrato para la modernización de la infraestructura de la planta de tratamiento de aguas residuales de Cañaveralejo, en el oriente de la ciudad.
El proceso inició hace cinco años y la remodelación, según la propia Emcali, solo llegó al 57 %. En su momento, Empresas Municipales de Cali anunció que demandaría a la firma española por no completar las obras. Este proceso también se encuentra en tribunal de arbitramiento.
En total, la ciudad perdió por este proyecto alrededor de $155.000 millones, divididos en $27.000 millones entregados inicialmente al contratista para la ejecución del proyecto y otros $128.000 millones que se habrían generado por daños y perjuicios en materia ambiental, según el exgerente Juan Diego Flórez.
La Contraloría ya había informado, sin ir más allá, que uno de los convenios suscritos con Acciona Agua tenía anomalías por más de $17.400 millones.
La Ptar ha tenido dificultades para estar operativa al 100 %, teniendo que vertir, durante un tiempo, 1 metro cúbico por segundo de agua sin tratar al río Cauca.
La Hacienda solar de Mulaló
Se trata del proyecto con el que Emcali planeaba empezar a generar electricidad ‘limpia’ para la distribución a sus usuarios. El proceso de convocatoria pública para la planta de energía solar de Mulaló, que tendría una inversión de $ 90.000 millones, arrancó en diciembre del 2021 y se declaró desierto el pasado primero de septiembre.
El cuestionamiento inicial fue que Emcali había realizado 25 modificaciones a las condiciones de la convocatoria para favorecer a la empresa Klarzen, con el fin de que esta fuera su socio estratégico para la obra. Esta compañía, que anuncia ser una multinacional con sedes en Estados Unidos, China, Israel y Colombia, ya tenía adjudicado el contrato y se iba a quedar con el 60 % de participación, es decir, el poder mayoritario en el proyecto.
Tras muchas críticas a Klarzen sobre su dudosa experiencia, el entonces gerente de Emcali, Juan Diego Flórez, dijo que se declaraba desierta la convocatoria porque la multinacional no entregó unos documentos solicitados, lo cual fue cuestionado, ya que Emcali tenía todo listo para firmar la unión, tras más de ocho meses de proceso, con una compañía que no le cumplió con todos los requisitos.
Caligen y la iluminación de la ciudad
El 25 de abril de este año, la empresa de servicios públicos de la ciudad informó que el alumbrado público, a partir de junio del 2023, quedará en manos de la compañía Caligen SAS.
La polémica llegó cuando se conoció que Caligen, que tres semanas antes era una empresa con un capital de 1 millón de pesos y que fue fundada en 1997, había cambiado su modelo de organización para ser una sociedad por acciones, en la que Emcali inyectó $ 5000 millones para ser, con el 90 % de participación, el socio mayoritario.
Concejales y ciudadanía cuestionaron que una compañía con ese historial pudiese manejar el alumbrado público de toda la ciudad.
“Con esta empresa podrán amarrar contratos, manejarlos a dedo y pensionar anticipadamente a más de uno. Además, Caligen no tiene experiencia en alumbrado público, por lo que tendrán que subcontratar con privados de forma directa”, criticó la exconcejal de la ciudad, Diana Rojas.
Otra polémica se generó cuando Emcali anunció que, una vez Caligen tomara las riendas de la iluminación, planeaba poner en marcha un proyecto de alumbrado público inteligente por $ 300.000 millones para el cual necesitaría, nuevamente, un socio estratégico privado que ponga gran parte de la inversión, los equipos tecnológicos y demás elementos.
Estos proyectos, sin tanto ruido, seguirían en el plan de proyectos de la empresa.