“Por situaciones como esta es que uno recurre al transporte ilegal”, manifestó Mery Rodríguez, una de las usuarias del MÍO que salió con mucho afán de la estación Universidades porque iba a llegar tarde a su trabajo, esto debido a que Metrocali ordenó que 70 buses del sistema de transporte salieran de circulación.
Las empresas a las que Metrocali sancionó fue Blanco y Negro Masivo y GIT Masivo, a las cuales se les prohibió sacar 50 y 20 buses, respectivamente. La razón es que no realizaron el mantenimiento técnico que se hace cada cierto kilometraje a los vehículos para poder garantizar que están en óptimas condiciones.
Por esa causa, las aglomeraciones en algunas estaciones y las largas filas en varias paradas del MÍO fueron las escenas que ayer se convirtieron en paisaje en Cali, principalmente entre las 6:00 a.m. y las 8:00 a.m., debido a que es el lapso de mayor demanda de pasajeros.
“Yo vengo desde Ciudad Córdoba, hoy sí se me hizo raro que había mucha gente donde yo normalmente espero el bus, en total creo que habían más de 20. Esta situación afecta mucho al usuario, deberían de decir eso con anticipación y no hacerlo así de golpe”, agregó Mery mientras aceleraba un poco el paso para pasar la calle.
Eran alrededor de las 9:30 a.m. y en la estación Universidades aún se podía ver un gran flujo de usuarios, a pesar de que había disminuido un poco en comparación a las primeras horas de la mañana, según relató una de las vendedoras ambulantes de la zona.
“Yo vengo del Distrito y hoy había muchas más personas de lo normal para tomar el bus, pero se demoró mucho en pasar. Normalmente yo me demoro una hora y media desde que salgo de mi casa hasta llegar acá, pero hoy me demoré dos horas y media”, indicó el usuario Milton Ortiz.
La situación fue un fiel reflejo de lo que se viralizó por medio de las redes sociales. En efecto, hubo una fuerte afectación en la prestación del servicio del MÍO, aunque las autoridades lo niegan.
“Hubo varias situaciones en horas de la mañana en diferentes partes, pero más que todo en la estación de Universidad, en la zona de alimentadores, ya que había mucha gente esperando el servicio. En la estación San Pedro también hubo demoras significativas en las rutas A06 y A 02″, comentó Mauricio Venté, vocero de los usuarios del MÍO.
Paradójicamente, mientras El País realizaba el recorrido por las estaciones para poder realizar esta nota, el presidente de Metrocali, Oscar Ortiz, estaba en la celebración del aniversario del MÍO Cable, pero negó rotundamente que la salida de operación de esos buses haya significado un problema para los usuarios.
“La movilidad fue afectada, ese es un caballito de batalla que ellos tienen para victimizarse. Diariamente dejan de salir 150 vehículos porque los concesionarios no los colocan e incumplen con la operación, seguramente ahí están los 50 buses que iban a salir”, dijo Ortiz.
Al conocer la situación, desde ProPacífico lamentaron que se estén presentando este tipo de inconvenientes en el principal transporte público de la ciudad.
“La situación del sistema de transporte público MÍO es alarmante. Cada semana encontramos una nueva crisis. Todos conocemos de las problemáticas, por eso el llamado es a que el Gobierno, la Alcaldía, Metrocali y los operadores se pongan de acuerdo y encuentren una solución que permita mejorar frecuencias, tener mayor calidad de buses. Los caleños merecemos un transporte público de calidad”, opinó María Isabel Ulloa, directora de ProPacífico.
Eduardo Bellini, director de Blanco y Negro Masivo, fue el principal vocero de los operadores del MÍO que criticó la decisión de Metrocali, argumentando que el retraso en la realización del mantenimiento de los buses obedece a la deuda de cerca de $36.000 millones que el ente gestor tiene con los concesionarios.
Frente a lo anterior, el presidente de Metrocali respondió a través de sus redes sociales y manifestó que no es cierto lo que el gerente de Blanco y Negro Masivo dice.
“El concesionario no puede justificar su falta de ejecución del mantenimiento de los vehículos con la deuda del diferencial tarifario, que, a pesar de las dificultades, se ha estado pagando. En su comunicado de mayo, menciona que el costo aproximado del mantenimiento era de $3600 millones. Sin embargo, entre junio y julio, el concesionario recibió aproximadamente $18.900 millones por concepto de diferencial tarifario, y aún así no destinó los fondos necesarios para llevar a cabo estas actividades”, recalcó Ortiz.
Según el funcionario, la decisión de sacar de operación algunos buses se tomó para evitar que algún usuario pueda tener consecuencias y tengan que existir arrepentimientos por no haber advertido la situación.
“Hacemos un llamado muy respetuoso al gerente Eduardo Bellini, pues somos un canal abierto. La entidad está dispuesta a escuchar una propuesta y que se acredite, a través de las firmas Volvo o Mercedes, que los vehículos están en óptimas condiciones de funcionamiento para proceder a habilitar la operatividad de estos”, expuso el presidente de Metrocali.