La Policía de Infancia y Adolescencia en Cali logró llegar a una casa del barrio Granada, que aparentaba ser un inmueble residencial, pero que en realidad, era un sitio que venía siendo utilizado para realizar fiestas clandestinas.
A dichas rumbas, los principales asistentes eran jóvenes, incluso algunos menores de edad, que llegaban al sitio a través de convocatorias que se realizan por redes sociales y mensajes de Whatsapp.
“Están convocando a nuestros adolescentes a través de redes sociales y les están cobrando entre 30 y 40 mil pesos para poder ingresar a esos sitios. Son clandestinas porque nuestros adolescentes no pueden estar en sitios donde consumen licor, donde están expuestos a situaciones que vulneren su protección”, dijo la Teniente Adriana Corrales, jefe de Policía de Infancia y Adolescencia en Cali.
La rumba de este fin de semana fue organizada según las autoridades, por un ciudadano extranjero de nacionalidad australiana, quien había logrado que al sitio llegaran 80 jóvenes, entre ellos 4 menores de edad, que fueron retirados hasta otro lugar hasta que los padres de familia hicieron presencia para recogerlos.
“Estamos trabajando con migración Colombia para establecer que pasa con este ciudadano quien según la ruta de trazabilidad, es el responsable de la realización de dichos encuentros. Por ahora a esta persona se le hizo un comparendo”, expresó el Comandante de la Policía en Cali, General Daniel Gualdrón.
En el lugar, las autoridades hallaron un arma traumática con cartuchos que estaba escondida en uno de los baños, bolsas de licores con olores que resulta llamativo para los jóvenes y estupefacientes.
“El llamado es a los padres de familia y adultos responsables de los jóvenes para que les revisen las redes sociales, los celulares y no permitan que sus hijos asistan a estos sitios que vulneran su protección. Estas fiestas se pueden denunciar en la línea 123″; dijo Corrales.
El comandante de la policía en Cali recordó que pedirle permiso al dueño del lugar o enviar un documento a la Secretaria de Seguridad para contar de un evento, no son requisitos suficientes para realizar una fiesta en Cali. Esto requiere de una serie de autorizaciones y no ocurren de la noche a la mañana.
El sitio fue cerrado durante 10 días, aunque vale la pena recordar que esta no es la primera vez que al norte de Cali se desarrolla una actividad igual.
El pasado mes de febrero las autoridades intervinieron una fiesta clandestina en esa zona de la ciudad, donde se encontraban más de 300 jóvenes consumiendo licor y estupefacientes.
Las fiestas clandestinas
De acuerdo con las autoridades, al interior de estas fiestas se presenta la venta y consumo de licor y sustancias psicoactivas como la marihuana, el tusi, el éxtasis, entre otros. Incluso, en algunas de estas se realizan prácticas sexuales.
“Aparte del licor y las drogas, ofrecen espectáculos sexuales, strippers, shows en lugares y establecimientos donde no está permitido el acceso de menores”, añadió la Teniente Corrales.
Según el reporte de las autoridades, las edades de menores encontrados en la fiestas clandestinas van desde los 12 años hasta los 17, la mayoría sin permisos de sus padres.
Desde la Comisaría de Familia explicaron que los padres de los menores de edad que incurran en estas actividades no tendrán que responder por una sanción económica, sino que, recibirán una amonestación verbal y pedagógica según lo establecido en la ley 1098 dentro del proceso de restablecimiento de derechos.