El despacho del Alcalde es el lugar donde se toman las decisiones más importantes para una ciudad, se realizan reuniones de alto nivel y se delegan responsabilidades. Cada mandatario lo ajusta a su esencia y Alejandro Eder le permitió a El País entrar en su intimidad y conocer cada detalle.
El recorrido inició desde la puerta de entrada, una de tantas en el edificio del Centro Administrativo Municipal (CAM). Justo al atravesar el pórtico, una pequeña sala de espera recibe a los visitantes.
“Muchas veces, si voy a llegar y charlar con alguien, pues es una sala que es agradable, que, además, me la organizó mi esposa (la gestora social, Taliana Vargas) porque hay que tener un lugar con buena energía, con una foto de Cali, con el doctor Alex Durán (risas), que tiene algún pendiente que comentarme por lo visto”, dijo el alcalde Eder con el humor afilado.
En ese mismo espacio tiene un sofá que trajo desde su casa y que le regaló una tía, contó de infidencia. También un escritorio con fotos, varios cuadros a blanco y negro con espacios de Cali en las paredes y un florero lleno de ‘flores de Inírida’, la representativa de la COP16.
Dando unos cuantos pasos hacia adelante se llega al espacio principal del despacho. Ahí está lo típico: una gran mesa de reuniones, un monitor para mostrar contenido gráfico y un escritorio suficiente para atender las obligaciones de la primera autoridad administrativa.
Las paredes son otro cuento, tienen distintos detalles que saltan a la vista. Como una gran cuadro que “refleja la altura del cargo del alcalde de Cali”; tiene la imagen de Joaquín de Cayzedo y Cuero, “el alcalde merece respeto, hoy soy yo, pero es una institución, requiere respeto y desafortunadamente se ha pordebajeado (...) El primer grito de independencia en toda la Nueva Granada se dio aquí en Cali el 3 de julio de 1810 y lo dio este señor, don Joaquín de Cayzedo y Cuero, el último Alférez Real de la Corona Española aquí”.
“Esto me lo regaló un artista en la calle (un cuadro), me pareció muy lindo. Es como en el estilo de (Omar) Rayo con la bandera de Cali, entonces va para el despacho del alcalde. Uno no puede gobernar en la ciudad sin tener un mapa de la ciudad a la mano y un tablero para camellar porque al final en esta mesa nos sentamos es para trabajar”, dijo con su tono seguro, como le acostumbra, el alcalde Eder.
Lo más llamativo fueron varios papeles pegados en una pared, con mensajes que los caleños le van dejando al mandatario en las diferentes redes sociales. Algunos de apoyo, otros más críticos y con necesidades que la población pide atender.
¿Qué tiene el cuarto secreto del Alcalde?
Al lado de su escritorio, en la última pared de su despacho, aparece una puerta como todas las demás, que suele pasar desapercibida. En otras épocas, alcaldes han puesto allí camas para dormir entre los ajetreados días o también se han visto ejemplares de bebidas alcohólicas de alto valor que se guardan para momentos especiales.
Sin temor a enseñarle a Cali lo que guarda allí, el alcalde abrió la puerta, “aquí se van a encontrar un parchadero”, dijo entre risas. El espacio de unos cuantos metros cuadrados tiene un pequeño armario donde Eder guarda las ‘mudas de emergencia’ para lo que necesite, un pequeño refrigerador para las aguas y jugos, con botellas de licor sin abrir en la cima que son “de adorno”.
La cereza del pastel es un gran mueble en cuero y cómodo a la vista y al tacto, donde el Alcalde se acostó sin ruborizarse y contó que es un buen lugar para las siestas. “Siestesitas de 15 minutos, hermano, pero muy cómodo. Queda como nuevo”, comentó.