De hecho, uno de los sucesos más recientes sucedió el martes, 5 de diciembre, en el barrio Calipso del oriente de Cali y quedó registrado en cámaras de seguridad; el clip, publicado en redes sociales, muestra cómo un ladrón se baja de un carro rojo para robar el espejo de un auto blanco que se encuentra parqueado sobre la vía.

El dueño del carro accionó su arma en 7 oportunidades. | Foto: Captura de pantalla video en X @paloterapia_co

Justo cuando el hombre intenta quedarse con esta parte del vehículo, el dueño del automotor sale de una de las casas y acciona su arma de fuego contra el delincuente.

En el video se ve cómo activa la pistola en siete ocasiones y le dispara al ladrón a menos de dos metros de distancia.

A pesar de la reacción de este hombre y a los disparos, el ladrón y sus cómplices lograron huir del lugar con el espejo del auto; aunque en el video se ve cómo el dueño del carro afectado disparó, no se sabe la suerte que corrieron los delincuentes.

Y es que la Policía Metropolitana de Cali no se ha pronunciado acerca del hecho. No obstante, lo que se alcanza a percibir en las imágenes es que el vehículo rojo en el que se fugó, es el que recibe directamente los impactos y no se alcanza a detallar si fue perforado por las balas.

La justicia por mano propia, una epidemia que crece en Cali

Este tipo de agresiones atentan contra la vida de las personas, sin importar si han cometido o no un crimen. Las lesiones personales tienen penas que van desde los 16 hasta los 360 meses de prisión.

Una muestra de ello, es que en lo corrido del 2023 se han denunciado 15.638 hurtos a personas en la ciudad. Sin embargo, teniendo en cuenta que hay muchas víctimas de este delito que no acuden a las autoridades, la cifra podría ser mucho mayor.

Ante la frustración que estos casos generan, algunos consideran que la mejor opción es actuar con contundencia contra la delincuencia por lo que atacan a quienes, presuntamente, han cometido algún tipo de crimen.

Estos incidentes son cada vez más comunes, los caleños incluso tienen cuidado de grabar las dantescas escenas sin que salgan los rostros de los agresores, pues saben que el debido proceso es acudir a las autoridades para que realicen las acciones correspondientes.