Durante la inauguración de la Maloca indígena, los asistentes pudieron conocer sobre los primeros pasos que da la mujer indígena en la Amazonia Colombiana y en el mundo.

Sofía Gonzales García, mujer indígena, explicó que es precisamente la mujer indígena la que enseña, “es una mujer protectora y cuidadora. Nuestros primeros espacios de enseñanza inician en el fogón, al lado de nuestras mamás, en ese espacio acompañándola, en esos momentos de contarnos ella las historías, los relatos, ese espacio de enseñanza empieza en el momento de la preparación de la comida”.

De allí, según dijo, se pasa al instante en que se empieza a planificar la jornada del día. Luego se van a la “chagra”, que es otro espacio de aprendizaje con el que cuentan los indígenas.

Y es que la chagra, que es un espacio de vida para los pueblos indígenas amazónicos, va más allá de cultivar alimentos, pues se caracteriza por ser un espacio de aprendizaje para garantizar y preservar la cultura, sus saberes y cosmogonía ancestral.

“Para la Chagra ya sabemos que la mamá nos va explicando para qué sirve un árbol de cierta especie, esta hoja es rasquiñosa, esta hoja sirve para curar cierta enfermedad. En ese recorrido vamos aprendiendo hasta que lleguemos a la Chagra. Ya ahí aprendemos como se debe sembrar cada semilla”, detalló Gonzales García.

Los indígenas dieron a conocer al público presente varios rituales mágicos, al igual que el baile denominado Carrizo, que es la danza utilizada para sentirse en su territorio.

Desde allí, traen a la memoria a sus abuelos, su identidad indígena, y se convierten en la voz de su pueblo.