Cali experimentó un comienzo de mes sumamente violento. Durante el reciente puente festivo, se produjeron once homicidios, lo que ha elevado la cifra anual de muertes violentas a 520.
El sábado se registraron cuatro homicidios, mientras que el domingo hubo cinco, y el lunes, dos más. En más de la mitad de los casos, los perpetradores recurrieron al uso de armas de fuego para poner fin a las vidas de sus víctimas. Según las autoridades policiales, diez de las once víctimas de estos homicidios eran hombres.
Estos terribles crímenes tuvieron lugar en los siguientes barrios de Cali: Chiminangos, Sucre, Tercer Milenio, Poblado I, Primavera, San Judas (donde se produjo un doble homicidio), Paso del Comercio, Los Lagos, Cañaveralejo y Comuneros.
Las cifras proporcionadas por el Observatorio de Seguridad de Cali indican que, con estos homicidios, el inicio de julio se ha convertido en el periodo más violento de los últimos ocho años. Desde 2015 no se habían registrado once asesinatos en los primeros tres días.
Dicha masacre inició en la madrugada del 27 de junio, cuando sicarios dispararon en vía pública contra un joven, quien quedó gravemente herido y fue trasladado a un centro asistencial. Minutos después, los homicidas se dirigieron a una vivienda ubicada en el barrio La Isla, Comuna 4 de la ciudad, donde se encontraban otros conocidos de la primera víctima. De forma violenta, irrumpieron en la propiedad y les dispararon, ocasionando la muerte inmediata de dos personas más.
Lamentablemente, el joven herido no pudo sobrevivir a la gravedad de sus lesiones y falleció el jueves 29 de junio, según informaron las autoridades. Las víctimas de estos homicidios fueron dos hombres de tan solo 19 años de edad y un adolescente de 17 años. Estas tres muertes constituyeron la masacre.
El secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jimmy Dranguet, ha sugerido que estos asesinatos podrían estar relacionados con venganzas entre bandas criminales y disputas por el control de la venta de estupefacientes.
Dranguet ha confirmado una recompensa de hasta 20 millones de pesos por cualquier información que conduzca a la captura de los responsables de la masacre en el barrio La Isla, en la capital del Valle del Cauca.
Más 500 homicidios en el primer semestre de 2023
El primer semestre del año llegó a su fin con una noticia preocupante: Cali experimentó más de 500 asesinatos, lo que implica un aumento del 1,6 % en comparación con los casos reportados durante el mismo periodo del año anterior.
Los expertos en seguridad afirman que estas estadísticas reflejan una tendencia desafiante de revertir, dado que los homicidios no solo están relacionados con la compleja situación de convivencia en Cali, sino que también se ven influenciados por factores externos.
Andrés Felipe Galindo, experto en seguridad, explica que “el problema de violencia de la ciudad no depende exclusivamente de lo que pasa dentro de la misma, también está determinado por sucesos que se configuran a nivel del Pacífico”.
De acuerdo con los datos del Observatorio de Seguridad de Cali, la Comuna 15 es la zona más afectada por esta oleada de violencia, ya que se registraron 73 asesinatos entre el primero de enero y el 29 de junio, lo que representa un incremento de 28 casos en comparación con el mismo periodo de 2022. A continuación, se encuentran la Comuna 13, con 51 homicidios, y la Comuna 21, con 42.
Dentro de estas localidades, los barrios que presentaron mayor índice de violencia fueron Comuneros I, con 21 casos; seguido por Mojica, donde se registraron 20 homicidios; Sector Alto Jordán, con 15 casos; y El Morichal, con 12.
Estas cifras alarmantes evidencian la urgente necesidad de implementar estrategias efectivas para combatir la violencia en Cali. Es crucial que las autoridades, junto con la comunidad, trabajen en conjunto para buscar soluciones que contribuyan a garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
La prevención del delito, el fortalecimiento de las políticas de seguridad y la promoción de la participación ciudadana son aspectos fundamentales para abordar este problema. Además, es esencial impulsar programas de rehabilitación y reinserción social que brinden oportunidades a aquellos que han estado involucrados en actividades delictivas.
Cali, una ciudad llena de potencial y talento, merece vivir en paz y tranquilidad. Es responsabilidad de todos unirse en esta lucha contra la violencia y trabajar incansablemente para construir un futuro seguro y próspero para esta hermosa ciudad.