Pese a los esfuerzos que se adelantan todos los años para buscar una mejor calidad de vida para los menores de edad, la situación cada día es más preocupante. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), retomadas por la ONG Pandi, más de 11 millones de niños, niñas y adolescentes en Colombia son pobres, lo que se traduce en el 67%. De esta cifra, 8.3 millones viven en condición de pobreza monetaria y más de 3 millones en pobreza extrema.
Esta situación ocasiona que los menores de edad no tengan acceso a ciertos aspectos básicos como la educación, la salud o la alimentación.
“Abandonar a la niñez en el presente nos condena a un futuro sin esperanza. Cuando conmemoramos 34 años de la Convención sobre los derechos de la niñez, lo que podemos ver es la gran deuda que como Estado, familia y sociedad tenemos con los derechos de cada niña, niño y adolescente colombiano”, comenta Ximena Norato, directora de la ONG.
Además de la pobreza, algo que ya es sumamente preocupante, los niños y niñas en el país también deben enfrentar otras problemáticas que disminuyen su calidad de vida. Por ejemplo, la organización alerta que 85 de cada 100 hogares afirma que en su casa alguien golpea y/o aplica castigos físicos, humillantes y denigrantes en contra de los menores de edad.
Sumado a esto, esta población vulnerable también se ve inmersa en la violencia que se vive en distintas zonas del país. De acuerdo con datos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, cada semana 12 niños y niñas son víctimas de homicidios, lo que ha dejado un total de 634 crímenes de este tipo en lo corrido del 2023.
Otro hecho preocupante son los delitos sexuales, durante el presente año Medicina Legal tuvo que examinar más de 25 mil niños que presuntamente fueron abusados sexualmente, en el 50% de los casos el supuesto agresor fue un familiar, lo que aumenta las alarmas.
Además de esto, la ONG Pandi también alerta que en el 2022, 6.321 niños y niñas fueron examinados por violencia intrafamiliar. Del total de los casos, en el 77% los presuntos victimarios fueron los mismos progenitores y padrastros. A esto se le suma la violencia interpersonal, pues Medicina Legal tuvo que atender a 8.445 niños y niñas que presuntamente fueron víctimas de este tipo de hechos.
Por otra parte, el suicidio también ha generado un panorama preocupante, ya que todas las situaciones mencionadas anteriormente terminan minando la salud emocional de los menores de edad, muchos de los cuales terminan optando por acabar con su vida. En lo corrido del 2023, según el Dane, 315 tomaron la decisión de acabar con su vida.
“La forma en la que vive una niña condiciona la mujer en que se convertirá y la calidad de la vida de sus hijos e hijas. Y, el panorama se vuelve más desalentador: pobres, mal alimentadas, mal educadas y violentadas, viven en un país en el que ni siquiera pueden ser niñas”, menciona Norato con relación al panorama de las mujeres.
Y es que esta situación es alarmante, ya que más de 100 mil niñas se convierten en madres cada año, de las cuales más de 4.000 tenían entre 10 y 14 años, lo que significa que fueron víctimas de abuso sexual.
“El 17% de los bebés que nacen tienen como madre a una niña que, por su nivel educativo, su madurez emocional, física, intelectual, no tiene las capacidades para educar a otro ser humano y ser garante de sus derechos.”, explica la presidenta de Pandi.
En cuanto al papel de los hombres, Norato comenta que en muchas ocasiones están ausente en el cuidado de sus hijos, lo que demuestra la “Colombia machista y patriarcal” que todavía persiste, pese a los avances que se han tenido.
Crecen sin comida y con hambre
La ONG menciona que, según la Encuesta de Situación Nutricional ENSIN, 11 de cada 100 niños menores de 5 años tienen desnutrición crónica, algo que se duplica cuando la madre tiene un bajo nivel educativo. “La Desnutrición Crónica, se da cuando hay hambre por periodos prolongados y si no crece el cuerpo, no crece el cerebro”, alerta Norato.
Otra de las principales problemáticas es el trabajo infantil, ya que en el país hay más de 500 mil niños y niñas trabajando en condiciones irregulares. Incluso, según Pandi, la mitad de ellos no reciben ninguna remuneración.
“Las manos de las niñas y de los niños no son la que tienen que generar riqueza y prosperidad. Y para que en el futuro sí lo hagan, tienen que gozar de todas las condiciones físicas, intelectuales y morales que no se consiguen buscando oro en las minas”, puntualiza la directora de la ONG.
El informe de Pandi cierra con un dato que demuestra la triste realidad que viven los menores que se encuentran en condición de pobreza, quienes también se ven afectados por el conflicto armado que se vive en el país. “Casi todos los niños y niñas muertos pertenecen, mayoritariamente, a los estratos 1 y 2. Es decir que murieron por ser pobres”.