Es a la 1:00 de la madrugada de cada 1 de diciembre que el cielo de varias ciudades colombianas se ilumina por la pólvora, una tradición con la que muchos le dan la bienvenida a una de las épocas que promete ser sinónimo de alegría, unión y reconciliación.

Sin embargo, la práctica de manipular explosivos para dar el recibimiento al último mes del año ha sido criticada desde distintos sectores debido a los daños que esta deja, como personas quemadas, animales muertos y alteraciones del orden público. Además, por el oscuro pasado origen de esta actividad, que va más allá de celebrar un mes.

Pues bien, fue en el año 2003 cuando en el territorio antioqueño los paramilitares recibieron la orden de encender miles de artefactos de pólvora con motivo de despedir a Diego Fernando Bejarano Murillo, alias don Berna o Adolfo Paz, quien tomó la decisión de desmovilizarse de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

La alborada en Cali, deja varios casos de quemados con pólvora en el inicio de las fiestas decembrinas. Foto Jorge Orozco / El País. | Foto: El País

Incluso, el jefe del departamento de Humanidades de la Universidad CES, John Wilson Osorio, relató que fue en ese primero de diciembre de 2003 cuando inició la desmovilización de varios bloques de ese grupo militar, especialmente el Bloque Cacique Nutibara.

Esta actividad de manipular pólvora no solo se trataría de una despedida, sino que también sería una forma de recordarle a los demás terroristas de ese momento que, aunque las AUC se habían desmovilizado, Medellín aún era liderada por ellos.

Para Osorio, la llamada alborada era una manera de decir:Yo soy el dueño de Medellín, yo mando en el territorio. No desmovilizamos, pero seguimos acá, seguimos mandando en Medellín”.

Desde ese entonces, en la capital antioqueña nació la tradición de lanzar esta pirotecnia al cielo, práctica que se extendió por todo el país y que ha dejado miles de quemados desde sus inicios. “Surgió en un contexto tenebroso, delincuencial, y que tiene que ver con el narcoterrorismo e inclusive el paramilitarismo en Colombia”, sostiene el docente frente al tema.

Desde sus inicios, la alborada ha dejado miles de quemados. | Foto: ©Adriana Varela Photography

Y concluyó en su tesis: “Es muy triste, porque con la alborada, a partir de ese momento, lo que estamos celebrando son los años de la desmovilización de las autodefensas, y que estos sigan manteniendo control en muchos territorios del municipio de Medellín”.