Todo parece indicar que algunos funcionarios, al parecer corruptos, tanto de alto nivel como contratistas, estarían realizando negocio y ganando comisiones con el préstamo de los escenarios deportivos de Medellín.
Lo anterior frente a algunas inquietudes surgidas luego de que el concierto de las estrellas de la salsa, uno de los eventos más esperados en la ciudad, cambiara de escenario sin previo aviso.
Como se conoció, el espectáculo que iba a realizarse en el estadio de Medellín posteriormente fue llevado al de Envigado, lo que redujo sustancialmente el número de espectadores toda vez que este último solo tiene capacidad para 20000 asistentes cuando el de Medellín es del doble, es decir, 40000 personas.
Al parecer, esta situación no sería nueva, toda vez que, según el medio paisa, los hilos de estas contrataciones se estarían manejando desde el Centro Administrativo La Alpujarra, por Diana Fonseca, sin cuya autorización no se podría realizar ningún espectáculo en Medellín.
Algunos testimonios apuntan, además, que de esta manera se están cobrando comisiones y beneficios económicos para las personas cercanas a la mujer y funcionarios de alto nivel de la Alcaldía.
Asimismo, para privilegiar a ciertos empresarios para que les faciliten escenarios del Distrito, entre ellos el estadio Atanasio Girardot.
Algunos de los señalados es el empresario Diomar García que ha sido favorecido como el préstamo del mencionado escenario para el concierto de artistas de talla internacional como J Balvin, Daddy Yankee, Karol G y Maluma.
Adicionalmente, para noviembre ya tiene programado un concierto del grupo mexicano RBD, al parecer en un intercambio de favores, ante la posibilidad de que el alcalde Daniel Quintero subiera al escenario durante el concierto de Daddy Yankee..
En esa misma línea, Fernando Dussán sería otro de los empresarios que estaría siendo beneficiado, pues ya tiene varios escenarios aprobados para sus eventos.
Entre tanto, algunos promotores artísticos se han quejado de que no obtienen la misma respuesta por parte de la administración.
De otro lado y en cuanto al concierto Viva la salsa, que tiene previsto realizarse el 28 de julio, fueron los propios empresarios Ricardo Leyva y John Sepúlveda quienes indicaron las razones por las cuales debieron cambiar el Atanasio, para trasladarlo al Estadio de Envigado.
Aunque Leyva aseguró que se adelantaron todos los permisos a mediados de enero, el entonces secretario de Gobierno Juan Pablo Ramírez aprobó la realización del concierto en el Atanasio, pero contraprestación pidió 10 palcos y negoció un patrocinio a cambio de 2000 boletas para oriental baja.
Pero, 45 días después, según Leyva, la Alcaldía les informó que con anterioridad habían dado el visto bueno para el Atanasio a nombre de Fernando Dussán.
El empresario anotó que le sugirieron que usara el mismo montaje, para compartir costos de producción. Sin embargo, al parecer Dussan le hizo una propuesta que le pareció traída de los cabellos, pues le pidió $900 millones para que pudiera hacer el concierto en la fecha señalada y tenía que hacerlo en efectivo y de manera anticipada.
El empresario, aunque ya había vendido 15.000 boletas, rechazó la propuesta y buscó un nuevo escenario y fue así como consiguieron el de Envigado.
“Ninguno de los que había comprado boletas rechazó el cambio de sede. Vamos a cumplir con nuestro concierto, estamos prácticamente agotados con un aforo de 20.000 boletas, pero el perjuicio mayor será para los espectadores que iban a comprar boletas más baratas, de 50.000, 80.000 o 100.000 pesos y ya no las pondrán tener por la capacidad inferior que hay. Ahora la boleta de menor valor es de 125.000″, expresó Sepúlveda.
El punto es que será Medellín la más afectada con estos manejos porque por taquilla se esperaba recaudar más de $5000 millones, de los cuales 10%, es decir $500 millones, se iban en impuestos, además de los puestos de trabajo que se generarían.