En las últimas horas a traves de las redes sociales se ha compartido una información por parte del presidente ejecutivo de Fedegán e integrante del equipo negociador del Gobierno con el ELN, José Felix Lafaurie, indicó que ex alto oficial estará a cargo de diseñar los mecanismos de alertas temprana y de articulación con la Fuerza Pública, en los que se permita prevenir varios de los delitos que sufren los campesinos en Colombia como el secuestro, la extorsión y el abigeato, con la meta de que los ganaderos puedan volver al campo.
Se trata de Fernando Murillo Orrego, un general (r) de la Policía Nacional, quien fue director de la DIJÍN y el Gaula, además que fue el líder de la operación Agamenón, en el que Dairon Antonio Úsuga, alias Otoniel, narcotraficante y jefe del Clan de Golfo, resultó capturado.
También en el pasado hizo parte de la operación Bloque de Búsqueda, que terminó con la baja de Pablo Escobar Gaviria.
Lafaurie también aprovecho para lanzar varias criticas por cómo se han venido agravando el problema del microtráfico de las ciudades, que de una forma u otra es responsable de la situación que viven algunos campesinos.
“El país urbano, sin embargo, no se da por enterado o no dimensiona la gravedad de la amenaza, ya sea porque se acostumbró a la violencia como algo que registran los medios y solo le pasa ‘a otros’, o por el efecto de distractores como las fiestas de temporada, los escándalos políticos y sus garroteras, y el correo de brujas que va y viene por las redes”, expresó.
Por ese mismo lado, recordó que el campos siempre ha vivido el problema de los grupos armados con secuestros, extorsiones, que es mucho más critica en algunas zonas de el país.
“Esa es la amenaza efectiva, pero me preocupa más la amenaza latente. Iniciando la década de los 90, ante la incapacidad del Estado para controlar la violencia guerrillera, Gaviria creó las Convivir, luego reglamentadas por Samper (1994), para prestar servicios privados de vigilancia armada en el sector rural, actos administrativos que tuvieron control de constitucionalidad, pero los Gobiernos también fueron incapaces de controlarlas. El resultado: las Autodefensas Unidas de Colombia y el escalamiento de la violencia”, indicó.
Por último dijo que: “El país no puede olvidar que la ganadería está en todo el territorio rural, en 1105 de los 1122 municipios, como expresión de soberanía efectiva y listos para colaborar con la Fuerza Pública. Por ello, que no nos dejen otra vez solos frente a la delincuencia es nuestro clamor al Gobierno y al país todo; que aprendamos de la historia… y no la repitamos”.