Siguen apareciendo más detalles en torno al feminicidio de Ana María Serrano, sobrina del exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, ocurrido el pasado 12 de septiembre.
Su expareja, el mexicano Allan Gil Romero, quien ya fue capturado por las autoridades de dicho país, es el único y principal sospechoso de este crimen.
Según la Fiscalía de México, Allan Gil estuvo en la casa de Serrano en tres ocasiones el día de la muerte de la joven de tan solo 18 años de edad.
La primera de ellas a las 3:55 am, en un carro marca KIA, color gris, modelo Forte, sin placas. El implicado, de 22 años de edad, utilizaba un tapabocas negro y una gorra azul marina.
La siguiente visita fue a la 1:00 pm, la cual fue captada por las cámaras de videovigilancia . Esta vez se movilizaba en el mismo vehículo, habló con la empleada del hogar pero se fue al saber que la joven no se encontraba en el lugar
El último ingreso ocurrió a las 6:00 pm, cuando Ana María estaba sola en casa. Cabe señalar que los padres de la joven se encontraban fuera de México, celebrando su aniversario. Según la Fiscalía el hombre ingresó a la viviendo y fue cuando supuestamente la asfixio.
Las causas de la muerte
A través de un comunicado, la Fiscalía Estatal de México detalló las causas de la muerte de la joven.
“Dentro de los actos de investigación realizados se encuentra el dictamen de necropsia, mismo que estableció que la víctima falleció por asfixia mecánica debido a la compresión extrínseca del cuello en su variedad de ahorcadura, toda vez que de acuerdo a las pericias realizadas en el cuello de la víctima se observó un surco cutáneo producto de la acción propia de un agente constrictor de consistencia dura y áspera”, aseguró la entidad.
Las autoridadessiguen recopilando información para lograr que Allan sea condenado por el feminicidio de Ana María.
Uno de los datos más recientes que se conocieron fueron las conversaciones que ella mantuvo con algunos de sus amigos y a quienes al parecer habría alertado del acoso que sufría por parte de su exnovio.
“Si algo me pasa, ya sabes quién fue”, fue el mensaje contundente que le escribió la estudiante de medicina a uno de sus amigos, quienes entregaron dicha información a la familia de la joven asesinada.
Los mensajes que indicaron que algo sucedía
Luego de asesinarla, al parecer Allan pretendía hacer pasar el crimen como un suicidio.
En una entrevista exclusiva para la Revista SEMANA, Ximena Céspedes, madre de Ana María, contó que el 12 de septiembre intentó comunicarse con su hija, pero recibió un chat extraño, ya que en él había términos que normalmente no utilizaba su hija, lo cual sembró la duda de que algo estaba ocurriendo con la joven.
Ximena: ¿Ana estás?
Ana María: Hola ma, ¿sí, andaba jugando con el perro, me das tantito?
Ximena: Ah, bueno.
Ana María: Voy ma, la razón por la que no te contesté
Ximena: Márcame porfa.
Ana María: Es porque ya no me gusta estar sola, ya no puedo vivir así, ya no quiero, adiós ma, despídete de mi papá por mí, los quiero.
Tras ese último mensaje de Ana María, su madre supo que algo andaba mal. Fue la Policía judicial y los peritos en criminalística quienes al llegar a la casa de Ana María, encontraron su celular al lado de su cuerpo.
Pero en dicha escena encontraron detalles que no cuadraban y todo apuntaban a que había sido un asesinato.
“Los padres de la víctima aportaron la conversación sostenida con su hija vía WhatsApp, realizada alrededor de las 18:30 horas del día de los hechos, donde identificaron un lenguaje distinto al que utilizaba de forma habitual, también aportaron capturas de pantalla enviadas por un amigo de ella donde refirió una conducta intimidante y agresiva de Allan”, mencionó la Fiscalía.
Con la captura del implicado, una jueza de México le imputó el delito de feminicidio. Por ahora la Fiscalía cuenta con tres meses para recolectar todas las pruebas y poder hacer efectiva la condena contra Allan Gil.