En el municipio de El Patía, en el sur del departamento del Cauca, la labor del líder social y exconcejal Arlinson Buriticá marca la diferencia entre la comunidad, por su trabajo con la población más vulnerable de esta zona del país.
A pesar de enfrentar una discapacidad visual desde muchos años atrás, este incansable defensor de los derechos humanos recorre casi a diario las calles de El Bordo, cabecera de este municipio, para así sacar adelante una misión única: recolectar medicamentos de quienes ya no los necesitan para donarlos a aquellos que no tienen los recursos económicos para adquirirlos.

“Trato de gestionar los medicamentos cuando me entero o me comentan que alguien los necesita, y como sé que es enfrentar estas situaciones, entonces me doy a la tarea de tocar puertas ante entidades, organizaciones, comerciantes para conseguir el medicamento que la persona requiere, porque sé que la única forma de cambiar realidades, es aportando y actuando con amor, por eso lo hago, para que todo estemos bien”, confiesa Arlinson Buriticá.
De acuerdo con comerciantes y otros representantes de la comunidad de municipio, este ciudadano asumió de corazón este esfuerzo altruista en un contexto desafiante, agravado por la problemática de la falta de suministro de medicamentos por parte de las EPS a sus pacientes en la región del Cauca, una de las más golpeadas por la violencia y el olvido estatal.
“Ahora, con este panorama de la salud, hay que recurrir a la solidaridad, eso no cuesta nada, solos en este mundo no estamos, ayudemos al prójimo como nos enseñó Jesús, como se puede aprender en la palabra sagrada, el otro, el vecino, el amigo son parte de nosotros, necesitamos de él, por eso me dedico esto, a que la solidaridad nos abra las puertas de la reconciliación y de la paz”, agrega este reconocido líder social.
Y esta labora es ahora vital en este poblado, porque aunque parece inverosímil, a veces la gente no tiene para comprar una pastilla de acetaminofén o en otros casos no puede adquirir medicamentos, ya que ahora no encuentran en el mercado, menos en esta región apartada y olvidada, de ahí que surgen esta clase de actuaciones, que van sembrando esperanza poco a poco entre los pobladores.
“Su iniciativa no solo alivia las necesidades inmediatas de los más afectados de acá del pueblo, sino que también demuestra cómo un solo individuo puede movilizar a una comunidad para aportar al bienestar colectivo, sin importar los obstáculos o las limitaciones, el amigo cumple con su objetivo, llevando esperanza entre las comunidades, es un acto sencillo, pero de un aporte grandioso”, relata Carlos Arias, periodista de la región.
El impacto de su trabajo destaca no solo por la ayuda tangible que brinda, sino por el mensaje inspirador que transmite entre los ciudadanos: que las limitaciones físicas no son excusa para transformar vidas y construir solidaridad en tiempos de crisis, como se vive ahora en las regiones.
Por eso, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Discapacidad, las autoridades locales y organizaciones sociales le rindieron un homenaje a este representante comunitario, quien en algunas ocasiones es discriminado dentro de esta población. Él, sin amilanarse, saca adelante esta clase de ayudas, de ahí ahora es un referente en esta población del sur del departamento.
“Este reconocimiento busca cambiar esa percepción y garantizar que los derechos de las personas con discapacidad sean respetados y valorados, más cuando son parte activa del desarrollo comunitario. Además, con esta clase de conmemoración busca cambiar esa percepción, por eso hay que respaldar a los integrantes, más cuando lideran esta clase de iniciativas”, expresó en su momento el alcalde de El Patía, Jhon Jairo Fuentes.