Si usted viaja a Popayán, Cauca, y quiere comprar un recuerdo de la Jerusalén de América, para conservarlo en su corazón o compartirlo con familiares, puede visitar a los artesanos del Puente del Humilladero.

En este lugar, también conocido como la plazoleta del Banco de la República, es el punto de encuentro más concurrido del sector de histórico de la capital del Cauca, donde propios y turistas pueden comprar un detalle de tan solo mil pesos hasta adquirir una mochila indígena, una chiva para adornar la sala de la casa o adquirir el imán ubicarlo en la puerta de la nevera con la figura de la torre de Reloj.

Alejandro Erazo tiene su puesto en este sector del Puente del Humilladero o Plazoleta del Banco de la República de Popayán. | Foto: Francisco Calderón

“Trabajo acá en las artesanías porque lo aprendí de mis padres, quienes también se dedican a este oficio acá en el sector de Puente del Humilladero, en mi caseta usted puede llevas las típicas chivas, llaveros con la imagen de Popayán, tulas, collares, casitas para colgar las llaves, talismanes, manillas de amor, en fin, acá están los detalles que nos caracteriza como caucanos y payaneses”, relata Alejandro Erazo.

Este joven comerciante y artesano es uno de los trece integrantes de este gremio que labora desde hace más de 25 años año en este punto del Centro Histórico, convirtiéndolos en los embajadores de la Ciudad Blanca, más cuando están ubicados en un sitio de paso obligado para los miles de personas que a diario transitan por este punto de la capital del Cauca.

También está Marina Fajardo, quien desde hace 29 años se dedica a las artesanías en mostacilla y ahora es una de las comerciantes que laboran en este punto de Popayán desde hace seis años.

La artesana putumayenese Marina Fajardo labora desde hace seis años este punto del Centro Histórico de Popayán, donde ofrece sus elaboraciones tejidos en mostacilla checa. | Foto: Francisco Calderón

“Me tocó salir de Mocoa, Putumayo, por la avalancha, y llegué a trabajar acá en las artesanías, en este punto, donde ofrezco todas mis creaciones, relacionadas con accesorios y decoraciones en mostacilla como collares, aretes, manillas, cuellos, en fin, lo que la gente desee se lo elaboro como aprendí de mi cultura putumayense”, agrega Marina Fajardo, mientras trabaja en su puesto bajo un resplandeciente sol.

Detrás de estas casetas hay una historia de organización, donde son estos artesanos los encargados de mantener limpio el lugar, convirtiéndolos en los guardianes del Puente del Humilladero y la Plazoleta del Banco la República.

“Con ellos adelantamos un trabajo social muy importante, el cual consiste es que ellos apropian de este lugar, manteniéndolo en excelente condiciones porque es uno de los puntos del sector histórico más visitados de Popayán, y nosotros como autoridades, entramos apoyarlos cuando se trata de jornadas de ornato y aseo”, explica el comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, coronel Jhon Zambrano.

Los más pequeños son asiduos clientes de estas casetas de artesanos, quienes son los guardianes de este sitio del centro de la capital del Cauca. | Foto: Francisco Calderón