Como un héroe de cuatro patas fue despedido ‘Rigo’, un perro policía que sirvió a la Institución durante seis años. El labrador de color chocolate tuvo que ser sometido a eutanasia por una enfermedad terminal que lo afectó en los últimos meses.
“Con mucho cariño y en un acto lleno de emociones, la Policía Nacional le rindió un homenaje a Rigo, un valiente labrador chocolate que, tras seis años de servicio, se ganó el reconocimiento y el cariño de todos”, se lee en un mensaje publicado por la Casa de Nariño en X.
Con esa misma gratitud, lo recuerda el intendente jefe Javier Alejandro Velandia, quien fue el guía de este perrito desde que era un cachorro.
Juntos, hicieron parte de un grupo de erradicación de cultivos ilícitos en el departamento de Putumayo y, en los últimos dos años integraron el equipo que cuida al presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño, pero también en los diferentes viajes a nivel nacional.
“Cuando el presidente va a sus eventos o está aquí en la Casa de Nariño, la misión de él es descartar posibles explosivos”, contó el uniformado a Noticias Caracol, sobre la tarea de ‘Rigo’, su primer perro en la Policía Nacional.
En un acto de honores con caninos y uniformados, ‘Rigo’ fue exaltado por su labor en la Policía Nacional durante los últimos seis años. “Con los otros perros y los compañeros míos le hicimos una calle de honor y un pequeño homenaje para que él supiera que su misión ha terminado”, resaltó el uniformado.
El labrador chocolate que llegó a la Institución siendo apenas un bebé estaba a unos meses de pensionarse, pues en la Policía Nacional estos caninos culminan su labor a la edad de 7 años.
Después de esa etapa, el plan del uniformado era llevárselo para su casa, sin embargo, los tratamientos médicos fueron inútiles para enfrentar el cáncer de huesos, enfermedad que inició en una de sus patas y avanzaba hacia la cadera.
Para el intendente Velandia, ‘Rigo’ era más que su coequipero, un “compañero de vida”. “En estos seis años pasé más tiempo con él que con mi propia familia. Juntos pasamos, tanto momentos agradables como momentos desagradables. Muchas veces arriesgamos nuestra vida para garantizar la seguridad y la vida de los demás”, explicó el uniformado de la Policía Nacional.
La etapa más difícil que vivieron juntos, recordó, fue durante una fase de erradicación de cultivos ilícitos en el departamento de Putumayo, donde tenían que descartar la presencia de explosivos en la zona para avanzar en la erradicación de cultivos.
En contraste, los momentos más felices eran los reencuentros luego de su temporada de vacaciones. “Eran 30 días en los que estaba lejos de él y siempre lo recibía a uno como si fuera la primera vez”, mencionó.