El pasado 20 de mayo, el Ejército anunció de manera sorpresiva que el General Luis Ospina dejó de ser el comandante del Ejército y fue reemplazado por Luis Emilio Cardozo Santamaría. De esta manera, por primera vez, asumirá el mando un general de la reserva activa, lo que ha generado molestias en el cuerpo de generales activos y en retiro y se ha calificado de parte de algunos ‘como un golpe a la moral’.
Este anunció provocó todo tipo de comentarios, teniendo en cuenta que en el 2022, el presidente Petro, en la composición de la nueva línea de mando de las Fuerzas Militares, terminó descabezando a más de 20 generales del Ejército, entre ellos al mayor general Emilio Cardozo, un oficial con amplia experiencia y conocimiento, del cual, incluso, en cuarteles se decía que era ficha del entonces comandante del Ejército, el general Eduardo Zapateiro.
Era un secreto a voces en su momento (2022) que la barrida de oficiales tenía que ver con que el Gobierno Petro no quería tener a nadie del Gobierno Duque, y el general Cardozo había sido uno de los hombres de confianza de Zapateiro, pues era su jefe de operaciones militares.
Ocho meses después de aquel remezón, el general retirado Cardozo aterrizó en una de las más poderosas empresas que tiene el sector Defensa, para algunos la joya de la corona: Indumil. El oficial en retiro llegó a la empresa militar de Colombia durante la administración del general retirado Ricardo Gómez Nieto. Sin embargo, más adelante, el coronel en retiro Juan Carlos Mazo tomaría las riendas de las operaciones de Idumil.
Mazo se convirtió, en el hombre de confianza del ministro de Defensa, Iván Velásquez, en Indumil, lo que sería determinante para que Cardozo logrará llegar a ser el hoy el comandante del Ejército Nacional.
Nombramiento de Cardozo
Los continuos escándalos del hasta hace poco comandante del Ejército, el general Luis Ospina, hicieron que el Gobierno se replanteara un cambio de líder en la institución. “El nombre del general Cardozo comenzó a sonar hace unos dos meses”, dijo una fuente militar activa.
Sin embargo, en la baraja había otros posibles reemplazos de Ospina. En el sonajero estaban el general Hugo López, quien es el delegado de las Fuerzas Militares para los diálogos de paz con el ELN; el general Erick Rodríguez, a cargo de las operaciones militares en el Cauca, y el general Omar Sepúlveda, segundo comandante del Ejército.
Pero la decisión fue contundente, ninguno de ellos cumplió con los requisitos del Gobierno y la mano derecha del ministro Velásquez, el coronel (r) Mazo, postuló al general Cardozo como un fuerte candidato. Quien más tarde, sería nombrado oficialmente la cabeza del Ejército.
Malestar
Aunque nadie ha refutado las capacidades, conocimientos y el carácter humano del general Cardozo, que lo llevaron a ser el jefe de operación en el Ejército, comandante de la compleja Octava División en Arauca y de la División de Asalto Aéreo, entre muchas otras, lo que ha generado descontento en el cuerpo de generales activos y en retiro es que el Gobierno esté politizando la fuerza, reintegrando a oficiales y desconociendo las capacidades de los actuales.
Algunas fuentes consultadas declararon que para los activos, esta decisión manda un mensaje de que no hay oficiales que tuvieran las capacidades suficientes para asumir la comandancia del Ejército o no les tienen confianza, y por eso tuvieron que llamar a un retirado.