Setenta años después de su madre, Carlos III será coronado rey de Inglaterra este sábado. Mientras el mundo se mantiene expectante por la ceremonia que reunirá a miles de admiradores en Londres, en Colombia se recuerda su visita al país en 2014, cuando todavía era príncipe.
Junto a Camila Parker, el príncipe fue invitado por el entonces presidente Juan Manuel Santos y recorrieron varios varios lugares en Colombia.
Durante la estadía de la pareja real en Cartagena de Indias reinó la polémica por la inauguración de una placa de homenaje a Vernon. El episodio ocurrido del 1 de noviembre de ese año fue calificado por muchos como un “disparate histórico” y generó indignación popular.
El exministro Sabas Pretelt de la Vega, miembro de la Corporación Centro Histórico, y el exalcalde de la ciudad, Dionisio Vélez, vieron la visita como una oportunidad para afianzar lazos con el Reino Unido y rindieron homenaje a los soldados ingleses que cayeron en la fallida toma de Cartagena.
La placa, inaugurada con bombos y platillos, rendía homenaje al almirante Vernon, que intentó conquistar la ciudad caribeña en 1741. En esa época, los ingleses sitiaron la ciudad durante tres meses y miles de civiles murieron de hambre.
La frase que se leía en la placa fue uno de los detonantes de la ira entre los cartageneros: “En memoria al valor y sufrimiento de todos los que murieron en combate intentando tomar la ciudad y el fuerte de San Felipe, bajo el mando del almirante Edward Vernon”, los supuestos héroes que fueron derrotados por el marinero español Blas de Lezo.
Tallada en mármol, la placa tenía un texto dorado, en el que también decía que “fue develada por sus altezas reales el príncipe de Gales y la duquesa de Cornalues”.
La fallida toma de Cartagena de Indias es recordada por historiadores como una de las peores derrotas que sufrieron los ingleses. Aunque atacaron con 180 barcos y 27 mil combatientes a bordo, Blas de Lezo, logró contraatacar.
En Londres, daban por sentada esta victoria al punto de sacar monedas donde humillaba con una espada al español Blas de Lezo. Luego de su derrota, Vernon dejó la bahía de Cartagena y pronunció la frase que después se hizo famosa: “¡Dios maldiga a Lezo!”.
La indignación de los locales fue más allá de las palabras y esa misma noche el cartagenero Jaime Rendón destrozó la placa con un martillo, luego de que la visita real volara rumbo a Inglaterra. Mientras rompía ese monumento al olvido de la historia local, el hombre cantaba la historia nacional.
Por la polémica a los ingleses caídos, el alcalde Vélez tuvo que disculparse y retirar la placa. “Nunca fue mi intención despertar esta polémica, ni herir las susceptibilidades de todos, pero tampoco me voy a atrincherar en la terquedad cuando parece haber una amplísima corriente de opinión que considera inaceptable el texto en mención”, aseguró.
El homenaje al hijo mayor de la Reina de Inglaterra fue tan escandaloso que hasta el alcalde de la época y la Corporación Centro Histórico terminaron en un debate de control político por el insulto a la historia de Colombia.
La derrota de los ingleses
La desproporción de las fuerzas ingleses saltaba a la vista. Cartagena solo tenía seis navíos y unos 3.000 hombres, incluidos 500 civiles y otros 500 indios chocoés. El 13 de marzo de 1741 aparecieron en el horizonte los primeros barcos británicos. El objetivo de Edward Vernon era penetrar en la bahía de Cartagena y poner sitio a la ciudad hasta conquistarla.
El balance del ataque fue terrible para los británicos, pues de un día para otro sus tropas pasaron de 6.645 a 3.200. A pesar de que los oficiales ingleses pedían a Vernon retirarse, este se negaba y solo cedió el 8 de mayo.