El hecho ocurrió en la plataforma de la estación Santo Domingo en Medellín, este miércoles 27 de septiembre, cuando cinco hombres protagonizaron una pelea mientras los usuarios esperaban el metrocable.
En redes sociales, circula un video en el que se logra ver el momento en que se agreden con todo objeto que se encuentran a su paso, sin importarles la presencia de los demás usuarios, quienes esperaban su turno para ingresar a las cabinas.
Lo que más llamó la atención del caso, es que en un instante se observa a un sujeto con camiseta de color naranja acercarse a otros dos hombres quienes se encontraban arrinconados en una esquina. Este trata de atacarlos con un puñal que tenía en su poder.
Tras lo anterior, desde el Metro afirmaron que la situación se presentó en la mañana y no hubo heridos. Según la Policía Nacional, se le realizó un comparendo a un hombre de 31 años de edad, aplicando el artículo 27, numeral 1, multa tipo 2. Por ende, le impusieron una multa al otro individuo de 37 años. Los uniformados llegaron a tiempo y pudieron separar a los hombres.
Así es el Bronx de Medellín, donde más de 500 personas, entre extranjeros y nacionales, se reúnen en torno al bazuco
Casi 600 personas se tomaron una cuadra en el centro de Medellín y al mejor estilo del ya conocido y temido Bronx que se apoderó de una parte de Bogotá, empezaron a armar su propia micro comunidad, dominados por el efecto del bazuco.
Desde el pasado 30 de agosto del 2018, hace cinco años, habitantes en condición de calle se adueñaron de un sector entre Cúcuta y La Paz, bautizándolo como “El Bronx”, tomando fama a nivel nacional, lo que hizo que, en solo semanas, se multiplicaran sus ocupantes.
Desde la Personería municipal, se han censado a las personas que habitan este lugar, encontrando ciudadanos de otros departamentos e incluso, de países como Costa Rica, Ecuador, Canadá, Estados Unidos, Albania, Noruega, Argentina, Bolivia, Chile, Cuba y Brasil.
Esta calle está llena de cambuches que los mismos habitantes han improvisado para cubrirse de la inclemencia del sol y la lluvia, así como servirles de “nido” para sus actos amorosos. Pero aun así, la gran mayoría permanece sobre los andenes, dejando al descubierto su decadencia. Es ahí donde duermen, cocinan, orinan, defecan y tienen relaciones sexuales, todo en torno al consumo de drogas.
Un grupo delictivo ha asumido el control absoluto del mercado de sustancias en esta zona, siendo los encargados de distribuir, por tan solo $3,000, pequeñas dosis de droga, y los consumidores financian su adicción a través de ganancias obtenidas de actividades como el reciclaje, robos y donaciones. Alarmantemente, algunas personas pueden consumir hasta 20 dosis en un solo día.
Esta misma organización ejerce un dominio autoritario en la zona, pues dentro del perímetro, rige un conjunto de reglas no escritas que regulan la conducta de los residentes y administran justicia por cuenta propia en caso de su incumplimiento. Los incidentes violentos son comunes y a menudo se producen ataques con armas blancas y objetos contundentes.
El Bronx de Medellín se ha convertido en un lugar misterioso para muchas personas atrapadas en su tejido social, a pesar de los esfuerzos de sus familias y numerosas organizaciones comunitarias por rescatarlos de la influencia devastadora del bazuco y la falsa sensación de seguridad que ofrece la calle.
Las quejas de quienes residen en las cercanías de esta zona son numerosas. Antes de 2018, el área era un próspero centro comercial que generaba considerables ingresos por ventas. Sin embargo, con la propagación del bazuco, los comercios se arruinaron, los propietarios de restaurantes, estacionamientos y tiendas se vieron obligados a cerrar sus negocios.
Además, la tranquilidad de los residentes se esfumó. Bajo reserva, algunos vecinos han expresado que durante el día se ven afectados por los malos olores, mientras que las noches son interrumpidas por la algarabía constante de la gente. La situación ha llegado a ser calificada como “un infierno tremendo”.
El Tribunal Administrativo de Antioquia ha respondido a una acción popular presentada, argumentando la vulneración de los derechos a un entorno saludable, salubridad y seguridad. En consecuencia, ha llamado a diversas instituciones a tomar medidas para restablecer el orden y brindar asistencia a las personas involucradas.
Hace quince meses, se instó a implementar un “plan integral focalizado”, que incluyera un censo de las personas en situación de calle y la búsqueda de “estrategias que se puedan adoptar para invitarlos a que se acojan a la oferta pública existente para atender sus necesidades”.
La Alcaldía de Medellín, la Policía Nacional, el ICBF, las Empresas Varias de Medellín y la Fiscalía General de la Nación fueron convocados para llevar a cabo esta tarea y se les dio un plazo de cuatro meses para cumplir con la orden del Tribunal.