Una comisión de antropólogos, médicos forenses y profesionales de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) realizaron excavaciones en los hornos crematorios ubicados en el predio Juan García de la vereda La Uchema, en Norte de Santander.

Es importante resaltar que en estos lugares, tenía presencia las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y hacían uso de este trapiche como hornos crematorios.

Estas excavaciones se dieron en el marco del Plan Regional de Búsqueda, Área Metropolitana de Cúcuta y Frontera. “Estos lugares son de interés y posiblemente pudiesen contener estructuras óseas, piezas dentales o elementos procedentes de cuerpos de personas dadas por desaparecidas”, indicó Marlon Sánchez, antropólogo de la UBPD.

Las excavaciones iniciales se han enfocado en donde funcionaban las llamadas “pailas”. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas

Además, agregó que con esta información que han recolectado se ha podido inferir que estas construcciones eran utilizadas para incinerar cuerpos, por lo cual desde la UBPD lo que están haciendo es reconstruir las áreas donde presumiblemente los cuerpos fueron dispuestas.

Entre los principales puntos en los que se han enfocado las búsquedas están en un lugar que se denominaba como las ‘pailas’.

“Este es el lugar que mayor potencial forense tiene en el antiguo trapiche ante la posibilidad que aún contenga estructuras óseas de personas dadas por desaparecidas”, agregó el antropólogo de la UBPD.

Hay que resaltar que según algunos de los resultados y la información que han entregado los especialistas, en estos presuntos sitios de disposición, en los cuales habría inhumación clandestina, algunos fueron dispuestos en fosas subterráneas.

La información permite inferir que posiblemente estas construcciones eran utilizadas para incinerar cuerpos. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas

Sin embargo, el funcionario resaltó que estos cuerpos fueron trasladados posteriormente con el fin de ser ubicados en el punto de incineración.

“Lo que estamos viendo son las estructuras de un antiguo trapiche para el procesamiento y producción de panela. La información nos permite inferir que posiblemente estas construcciones eran utilizadas por un actor armado, particularmente para incinerar cuerpos, lo que estamos haciendo aquí es tratar un poco de reconstruir las áreas donde presumiblemente los cuerpos fueron dispuestos para ser sometidos a altas temperaturas y documentar la posibilidad de que aún puedan existir evidencia de ello”, reiteró.

Hay que resaltar que se espera que con los nuevos resultados que vayan saliendo, se puedan ir documentando posibles hallazgos sobre personas desaparecidas y, además, se logre reconstruir cómo y cuál era el funcionamiento de este trapiche.

Se espera que estas obras continúen durante el año y se logren esclarecer qué sucedió entre el 2002 y 2005, en medio de lo que fue el conflicto armado colombiano. En estos procesos de búsqueda se tendrán en cuenta la memoria colectiva de la población y a la labor de las familias que mantienen viva esta tarea, con el fin de conocer qué pasó con las personas desaparecidas por la violencia.

En este lugar había un trapiche que presuntamente fue utilizado por grupos armados como hornos crematorios. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas

Laboratorios de drogas en Norte de Santander

Armas de fuego, granadas, municiones e insumos para el procesamiento de alcaloide fueron hallados en diferentes operativos que realizaron las autoridades en Norte de Santander.

En medio de estos operativos, también se descubrió la creación de laboratorios exprés para la producción de clorhidrato de cocaína.

“En las últimas semanas, junto con la Policía, se logró la destrucción de tres laboratorios para procesamiento de cocaína, cuya estrategia es permanecer dos o tres días máximos y posteriormente se retiran de la zona”, señaló el coronel Ángel Carvajal, comandante de la brigada treinta del Ejército Nacional.

Los laboratorios destruidos estaban en los municipios de San Cayetano, Bochalema y Duranía. Entre los elementos que fueron incautados están 2.000 kilos de clorhidrato de cocaína. Además, en lo que va del año, van siete de laboratorios que han sido intervenidos por las autoridades.

Estos laboratorios pertenecerían a los diferentes grupos armados y de narcotraficantes que delinquen en la región.