Al promediar el mediodía del lunes, en un vuelo que la traía desde Bogotá, hizo su arribo la hermana Gloria Cecilia Narváez, quien fue liberada el pasado 9 de octubre, luego de estar secuestrada en Malí, África, desde el 2017 por una célula de Al Qaeda. A pesar de que todo estaba preparado, las autoridades no contaron con los miles de personas que llegaron al Aeropuerto Antonio Nariño, situado en el municipio de Chachagüí, a 30 minutos de Pasto, donde sus instalaciones fueron insuficientes para albergar la cantidad de personas.
Llegaron de municipios de Nariño y Putumayo
Es de anotar que cientos de hermanas que hacen misión en diferentes localidades de Nariño y Putumayo, arribaron al encuentro con la hermana Gloria Cecilia, los cantos, grupos coreográficos y hasta una papayera organizada por las religiosas, hicieron del arribo una fiesta.
Es un milagro
La hermana Concepción Muñoz, quien labora en Maridiaz, expresó que “es un milagro, todos los días orábamos por su liberación, la vocación de ella siempre fue servir a los más desfavorecidos, por eso estaba allá”. La caravana de carros que acompañaban el recorrido de la religiosa se extendió por unos dos kilómetros, ya en la entrada a la capital de Nariño, el caos fue mayor, puesto que las personas intentaban observar a la hermana, quien estaba acompañada por sus superioras, y unos 10 policías que la rodeaban, “es el símbolo de la humildad, de la caridad, esa responsabilidad que todos debemos tener”, dijo Juan Carlos Ordóñez, quien desde las 10:00 de la mañana esperó de manera paciente en la Iglesia de Maridiaz, donde llegó finalmente. La hermana Gloria Cecilia se dirigió a los presentes en la iglesia iniciando con una oración, luego expresó, “quiero agradecer al Papa Francisco sus oraciones, a los Obispos, a las hermanas de la congregación, al presidente Iván Duque, al Gaula de la Policía, a mi familia que me acompañó siempre, y tantas personas anónimas que estuvieron pendientes de mí”, manifestó la hermana. De igual manera, se dirigió la congregación señalando que es necesario como misioneras ir más allá de las fronteras, “hay muchos hermanos que sufren, que han emigrado, están sin trabajo, debemos ser solidarios con ellos. Los invito a orar por las personas que sufren, los secuestrados, tantas familias que tienen que sobrellevar esta pena, pidamos a Dios por ellos. Les agradezco por todo lo que han hecho, y la verdad esos detalles son inolvidables y los llevaré en mi corazón”, dijo ente sollozos la hermana. Otras de las alocuciones que conmovió a los fieles, fueron pronunciadas por el padre Fabio Daniel Arturo Ortega, quien, en un espacio de 20 minutos, recordó las bondades de la hermana Gloria Cecilia, “gracias por tu testimonio de fidelidad, mujer valiente, decidida, generosa, que no te cansaste nunca, jamás se echó atrás, siempre esperaste este día confiada en Jesús, que hoy se cumple con alegría y regocijo”, expresó visiblemente emocionado.