Esta operación fue llevada a cabo la semana pasada en el departamento de Antioquia en horas de la madrugada. Al interior del helicóptero viajaban ocho de uno de los escasos quipos de reconocimiento táctico (Recon) que hay en el Ejército colombiano.

El descenso de la aeronave se demoró aproximadamente media hora, el doble de tiempo de lo normal. | Foto: Cortesía Gestión del Riesgo y Desastres

El país cuenta con pocas unidades con estas características, pues se conoce que los hombres que la integran son personas altamente capacitadas en operaciones relacionadas con un alto impacto, por lo que son entrenadas con una rutina especial que los hace únicos para esta clase de misiones.

Según dio a conocer la revista Semana, el helicóptero involucrado en este accidente estaba siendo pilotado por un coronel altamente capacitado para este tipo de misiones, quien contaba con todas las credenciales para llevar a cabo esta operación.

La orden que se había dado era llegar a ciertas coordenadas para hacer el reconocimiento en la zona, luego de que el presidente de la república, Gustavo Petro, autorizara el primer bombardeo de su gobierno contra el Clan del Golfo.

SEMANA logró conocer que los comandos especiales llegaron a esta zona sobre las 3:00 a.m., donde la visibilidad era prácticamente nula; los bombardeos ocasionaron que se generara una especie de bruma, lo que dificultaba mantener una buena visibilidad y estabilidad en el helicóptero.

Debido a las malas condiciones que se dieron en el ambiente, Semana conoció que el piloto no pudo llegar a las coordenadas indicadas y estuvo aproximadamente a una distancia de 100 metros.

Debido a la compleja situación que se estaba presentando, el analista táctico dio la aprobación para que los Recon ejecutaran la operación y desembarcaran de inmediato, pues se trataba de una operación sorpresa.

Los comandos especiales se encuentran altamente capacitados para realizar este tipo de operaciones. | Foto: Ninguno.

Una vez tuvieron luz verde, de manera simultánea los comandos empezaron a descender por las dos puertas del helicóptero usando el sistema rapel, el cual consiste bajar a través de una cuerda desde la aeronave. Esta soga que usaron los soldados tenía un largo de 60 metros, equivalente a un edificio de 20 metros aproximadamente.

Semana conoció que, desafortunadamente, uno de los dos primeros militares que descendió del helicóptero se enredó con los árboles que alcanzan una altura de hasta 40 metros. Tratando de liberarse, el soldado profesional tardó aproximadamente 15 minutos; mientras que su otro compañero, que descendió por la otra puerta, logró tocar tierra sin problema y lanzó la señal de que todo estaba bien y se podía continuar con el descenso.

Para poder dar esta señal, el soldado profesional lanzó bengalas infrarrojas y verdes, aquellas que solo podían ser detectadas por el piloto con visores nocturnos.

En medio de esta operación, el piloto sufrió lo que se conoce en el mundo de la aviación como desorientación espacial, generando un leve movimiento del helicóptero hacia otro punto, movimiento que quedó captado en la marcación satelital de la aeronave.

Debido a la desorientación espacial, la aeronave se movió aproximadamente tres metros de donde desembarcó el primer soldado, ocasionando que el hombre que se encontraba atascado en la cuerda, terminara aprisionado contra los árboles, y que, en una maniobra de supervivencia, tomara la decisión de cortar la cuerda del sistema rapel para no morir.

Poniendo en función su entrenamiento militar, el soldado se amarró a uno de los árboles, ocasionando que no pudiera alertar a sus compañeros de que se había ocasionado una novedad con la cuerda.

Militares llegaron a reforzar la seguridad en Antioquia. | Foto: Ejército

Semana conoció que este comando logró llegar sano y salvo a tierra, pero no lanzó la luz roja que se utiliza para alertar que algo no estaba bien. Cabe destacar que el soldado no realizó esta advertencia por desconocimiento, sino porque las condiciones selváticas del terreno le impedían realizar el movimiento y alertar a sus compañeros.

El medio de comunicación nombrado anteriormente, se logró contactar con uno de los soldados que estuvo en la misión y este logró indicar que, antes de ser cortada la soga del rapel, otros comandos habían logrado descender sin problema (por la cuerda que estaba completa) y lanzaron la bengala verde, dando señal de que todo estaba bien.

Con base a lo anterior, el maestro de soga autorizó el descenso a tierra de los demás comandos, sin saber que una de las cuerdas había sido cortada.

“El maestro de soga no se entera de la alerta de que la soga fue cortada, no había comunicación de radios, había ruido del helicóptero, no había visibilidad y el maestro de soga siguió lanzando hombres”, dijo el militar que habló con Semana.

Según la información que fue entregada por el soldado, los comandos que murieron, bajaron por la cuerda que había sido cortada por el soldado que había quedado atrapado inicialmente.

Según se conoció, tras haberse cortado la cuerda, esta quedó con una extensión de 30 metros, la mitad de lo que en realidad era, por lo que generó que sus compañeros que la usaron al pensar que ya estaban cerca al suelo una vez sintieron el final de la cuerda, los terminara soltado a una caída libre.

Los militares fallecidos descendían a través del sistema rapel. | Foto: SEMANA

“La velocidad con la que descienden hizo que cayeran en caída libre. Los que fallecieron fue porque cayeron de espaldas y se golpearon la cabeza; los que resultaron heridos fue por un milagro que están vivos. El que tenía el radio para reportar alguna novedad era el capitán y él descendió de último”, le reveló la fuente a Semana.

Uno de los soldados manifestó que este tipo de desembarcos duran entre 12 y 15 minutos, pero como se presentaron tantas novedades al momento de llevar a cabo esta operación, el tiempo fue de casi media hora, 30 minutos que el helicóptero estuvo en el aire, alertando a los sobrevivientes del bombardeo sobre la presencia de los militares.

“Los bandidos se fueron al punto a rematar a los militares, pero un cabo y un soldado que habían resultado heridos de la caída entraron en combate con ellos y dieron de baja a cuatro integrantes del Clan del Golfo”, reveló la fuente.

Los testimonios conocidos por SEMANA hacen parte del reporte que tiene el Comando General de las Fuerzas Militares y el comandante del Ejército, el general Emilio Cardozo.

Estos son los cuatro militares muertos en medio de una operación en Antioquia. Fue un accidente, dijeron fuentes del Ejército a SEMANA. | Foto: Ejército

Finalmente, se conoció que los soldados que fallecieron fueron identificados como: capitán Hugo Rafael Moncada Gómez, sargento segundo Daniel Masías Buitrago, soldado profesional Jhon Stiven Mamiam Galíndez y soldado profesional Mauricio Ipia Barrera.