Durante la mañana de este sábado, 18 de noviembre, el expresidente Álvaro Uribe expresó un mensaje que confirma, según él, que la Justicia Especial para la Paz (JEP), tendría decisiones en su contra.
“Funcionarios de la JEP le expresan a compañeros de estudios que ya tienen todo listo contra mi persona”, asegura Uribe.
Adicionalmente agrega un mensaje que le llegó a su teléfono: “apreciado presidente, para manifestarle toda la solidaridad por esa persecución que tiene la JEP contra usted. Mi señora tiene una compañera en la maestría que es secretaria de alguna magistrada de la JEP y esta señora aseguró, en un ejercicio de clase, que ya tienen todo listo contra usted”.
La advertencia del expresidente se produce horas después de que el excomandante de las AUC, quien ha declarado ante la JEP, denunciara que, supuestamente, Álvaro Uribe “siempre tuvo conocimiento de la operación de El Aro, en Ituango, Antioquia”.
Sobre la masacre ocurrida en 1997, Mancuso le afirmó a la JEP que “fue Iván Ramírez quien me manda para que organice y coordine la operación que nos pide Pedro Juan Moreno. Pedro Juan Moreno viene a nombre de Uribe, Uribe se ha reunido conmigo, y yo me reuní con el coronel Raúl Suárez, comandante de la Policía de Córdoba, me llevó a reunirme a la finca de Uribe, el gobernador Uribe para aquel momento, y Uribe siempre tuvo conocimiento de la operación de El Aro”.
El líder del Centro Democrático sigue insistiendo en su inocencia y no ha parado de presentar testigos y pruebas que refutan las acusaciones de Mancuso.
Frente a las declaraciones de Mancuso, Uribe asegura que: “Nunca conversé ni me reuní con el bandido Mancuso; El parlamentario Miguel de la Espriella me dijo en la campaña que si iba a reunirme con Mancuso, le contesté que no, que de hacerlo no podría ser Presidente. Tantos paramilitares que han declarado y es Mancuso el único que dice haberse reunido conmigo. Cambia sobre el número de veces. No tiene sino un testigo, el Coronel Suárez quien lo desmiente. Pero el bandido también ha dicho que no me conocía ni habló conmigo”.
“Tendrá que probar que yo sabía de El Aro. Repito, nunca se reunió en el Ubérrimo conmigo, nunca hablamos, no pasé de cruzarnos saludos por mi vinculación a Montería y sin que se supiera que era bandido. Logros de la dolosa teoría bisagra de la JEP-FARC”, agregó Uribe en otro trino.
Justo este viernes, 17 de noviembre, el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Salvatore Mancuso fue aceptado en la Jurisdicción Especial para la (JEP), luego de sus aportes a la justicia transicional.
La Justicia Especial determinó que los aportes de Mancuso fueron novedosos y pertinentes para probar su rol como “bisagra o punto de conexión” entre el paramilitarismo y la Fuerza Pública. Por ello, la Sala de Reconocimiento será la encargada de profundizar en su verdad.
De acuerdo con la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, lo que Mancuso contó en su audiencia de cuatro días en mayo, lo que dijo en varias diligencias reservadas y lo que entregó como documentos logra explicar cómo fue la alianza entre el Estado, las Convivir y el grupo paramilitar de los hermanos Castaño.
Además, lo aportado tiene potencial de seguirse fortaleciendo, y por ello la Jurisdicción Especial debe asumir la tarea de profundizar lo dicho por el exjefe paramilitar. Las víctimas, el Ministerio Público y la magistratura observarán su actitud y definirán qué sigue, por ejemplo, en cuanto a las sanciones que se le podría imponer.
Mancuso, preso en Estados Unidos desde 2008 por narcotráfico, había intentado entrar a la JEP, pero el sistema transicional le cerró sus puertas en 2020. La Sala de Reconocimiento, en su momento, había dicho que solo había fue miembro del paramilitarismo, algo que se escapa de su competencia.