Con el calentamiento inusual de la parte oriental y central del océano pacífico tropical, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, a través de su proyecto del Sistema Alertas Tempranas (SIATA) confirmó el inicio de la fase cálida del fenómeno de El Niño para los diez municipios de la subregión metropolitana.
Según la entidad, se espera que las altas temperaturas se manifiesten en un poco más del 90% a finales de este año e incluso no descartan que podrían extenderse hasta los meses de enero y febrero de 2024.
Daniel Ruiz Carrascal, coordinador del SIATA resaltó que si bien la temperatura media del Valle de Aburrá está por encima de los 21 y 22 grados centígrados, con la fase cálida del fenómeno que ahora inicia, la temperatura podría aumentar hasta un grado y medio, es decir que se podrían presentar jornadas de hasta 23 grados celsius en promedio en el Valle de Aburrá.
“El fenómeno del Niño afectará a todos los municipios del Valle de Aburrá, sin excepción de alguno. Normalmente los municipios donde hay mayores temperaturas son aquellos donde tenemos una mayor proporción de nuestra área en zona urbana, y esto se verá reflejado en el calentamiento inusual del pacífico tropical y la isla de calor que se prevé para el valle”, explicó Ruiz.
Por su parte, el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Juan David Palacio Cardona explicó que, si bien la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos declaró oficialmente el inicio del fenómeno de El Niño, es muy probable que se sigan percibiendo precipitaciones debido a la actividad de ondas del Este provenientes del Atlántico, las cuales son muy comunes durante esta época del año.
Estos reportes de las autoridades que monitorean las condiciones climáticas en la región desde ya prenden las alarmas en las diferentes administraciones locales, pues con la llegada de El Niño la calidad del aire también podría verse afectada dada la probabilidad de ocurrencia de incendios de cobertura vegetal en todo el territorio metropolitano.
Un dato que preocupa aún más es que según estimaciones de expertos internacionales, en 2023 podría registrarse un fenómeno de El Niño similar o incluso superior al de 1982, uno de los más fuertes de la historia.
De acuerdo con Mario Picazo, meteorólogo y docente de la Universidad de California, uno de los factores que podría incrementar las repercusiones del fenómeno tiene que ver con las temperaturas mucho más cálidas que ahora registran los océanos en comparación con hace cuatro décadas.
“Eso tiene un gran impacto en el clima del planeta y las especies que lo habitan incluyendo la humana”, afirmó el experto.
Recomendaciones para afrontar El Niño
Ante la escasez o déficit de precipitaciones que supone el fenómeno de El Niño, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) prevé que los eventos más comunes asociados a esta situación se den con incendios, heladas y el mismo desabastecimiento de agua.
Por esta razón desde esta autoridad nacional recomienda, en cuanto a los incendios, monitorear áreas de cobertura vegetal propensas a dichas situaciones. “Es importante implementar sistemas de cortafuegos en áreas boscosas y reservas naturales y efectuar medidas sancionatorias para quienes generen incendios”, señala la UNGRD.
De la misma manera, las fuertes olas de calor pueden producir un mayor consumo de energía, lo que sumado a una importante ausencia de precipitaciones podría conllevar a racionamientos, por lo que el llamado es a hacer un uso racional de este servicio público.
Apagar las luces y bombillos que no se están usando, desconectar los aparatos eléctricos que tampoco están en funcionamiento, reemplazar los bombillos viejos por ahorradores led o fluorescentes y aprovechar al máximo la luz natural son algunas de las recomendaciones.
En cuanto al cuidado personal, se sugiere mantener una constante hidratación, evitar exponerse al sol durante sus momentos más fuertes a lo largo del día y en caso de realizarlo usar una constante protección solar.
Asimismo, con el fin de evitar episodios de deshidratación o agotamiento, se recomienda el uso de ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, así como permanecer en espacios ventilados o acondicionados.