El Ejército Nacional se retira del Alto Mira y frontera en la zona rural de Tumaco, tras llegar a un acuerdo con las comunidades de esas zonas luego de 10 días de protestas.

Estas imágenes corresponden al Consejo Comunitario de Alto Mira y Frontera, una organización dedicada a la defensa de los territorios ancestrales de las comunidades afrodescendientes en Nariño.

Según informó Blu Radio, este acuerdo se logró gracias a la mediación de Jair Mena, defensor del Pueblo Regional Pacífico e integrantes de la Iglesia católica, que permitieron que los altos oficiales de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules y los líderes de los campesinos cultivadores de hoja de coca iniciaran los diálogos de acercamientos.

Al menos unos 500 campesinos de 33 comunidades estuvieron durante 10 días protestanto hasta hacer salir al Ejército de sus territorios

De esta manera se logró evitar una confrontación en ese sector del pacífico nariñense.

Las partes acordaron hacer una nueva reunión el 27 de noviembre con todas las comisiones para evaluar el avance de los compromisos, que permita a los campesinos no seguir siendo amedrentados por la fuerza pública.

Un líder comunitario del sector reiteró que “los principales motivos por los que protestaban los campesinos de la zona eran por el abandono estatal y los atropellos del Gobierno nacional, que nunca ha hecho presencia en la zona y cree que con militarizar las veredas ya los campesinos se van a doblegar”.

De otro lado, los campesinos, que estaban concentrados pacíficamente en la vereda El Divorcio, también se comprometieron a no agredir y a rechazar a los militares, siempre y cuando sean reubicados en la parte del Bajo Mira. Tal y como se pactó en la reunión que se cumplió en Tumaco con la presencia de altos mandos.

Elier Martínez, líder social del Alto Mira y Frontera, dijo a Blu Radio que históricamente la presencia del Estado, en este sector rural de Tumaco, ha sido solo con la fuerza pública.

Dijo también que las obras que hay en este lugar como escuelas, colegios, puestos de salud y las vías se han construido con plata de la hoja de coca y, según él, el Gobierno lo sabe.

“Aquí la comunidad sí está cansada de cultivar hoja de coca, pero el estado debe cumplir con los acuerdos de la Habana en el punto uno de la reforma agraria, porque para nadie es un secreto que los cultivos ilícitos ya no son rentables y escasamente está dando para comer”, dijo Martínez a Blu Radio.

Asimismo, los campesinos señalaron los presuntos abusos cometidos por algunos integrantes de las autoridades y exigieron al presidente Gustavo Petro que, antes de militarizar la zona, el Estado haga presencia y mejore los programas de salud, educación e infraestructura, entre otros.

La imagen de esa protesta es bien particular no solo por tratarse de comunidades que exigen derechos sobre un cultivo considerado ilícito, sino porque justamente Tumaco fue elegido por las autoridades para ser piloto en procesos de erradicación.

Adicionalmente, dejó en claro que no están impidiendo el ingreso de la fuerza pública, ni nadie los está presionando para que actúen de esa manera. “Por el contrario, solo estamos en contra de los abusos que ellos cometen al ingresar a las casas y destruir todo”, reiteró el líder de la comunidad.