Por Colprensa
En un esfuerzo conjunto entre la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), se recuperaron 211 cuerpos de presuntas víctimas de desaparición en el Cementerio Central de Cúcuta.
Este descubrimiento se produjo en el contexto de una medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la JEP. El personal forense, tras intervenir diez de los 22 puntos de interés inicialmente identificados, encontró cuerpos en diversas condiciones.
Algunos estuvieron en bolsas de plástico deterioradas por el paso del tiempo, otros estaban desorganizados en bolsas negras y en hileras de cuerpos no identificados (CNI) con demarcación irregular.
La intervención en el Cementerio de Cúcuta se desarrolló como parte del Plan Regional de Búsqueda de Cúcuta, área metropolitana y frontera, implementado desde 2019 por la Unidad de Búsqueda.
Por su parte, la magistrada María del Pilar Valencia, liderando la investigación por parte de la JEP, destacó la gravedad de la situación en el Cementerio Central de Cúcuta, calificándola como el escenario más crítico a nivel nacional en términos de magnitud, gravedad e incumplimiento de las obligaciones de las autoridades locales.
En Norte de Santander, se estima que hay más de cuatro mil personas dadas por desaparecidas, lo que destacó la importancia de estas acciones para restituir sus derechos vulnerados. La UBPD y la JEP han implementado medidas para corregir las malas prácticas administrativas que han persistido durante años en Cúcuta y evitar su repetición.
Luz Janeth Forero Martínez, directora de la UBPD, resaltó la metodología de análisis forense in situ implementada en el Cementerio Central de Cúcuta, que ahora se aplica en todo el país. Esta metodología agilizó la identificación de cuerpos y evita reprocesos en los análisis forenses, facilitando la entrega de respuestas a las familias buscadoras.
El Sistema Integral para la Paz realizará una jornada de atención a las víctimas de la región el próximo 9 de abril, con el objetivo de tomar muestras genéticas y testimoniales para orientar las búsquedas y otras acciones destinadas a la identificación de las víctimas.