Un preocupante balance en materia de seguridad y derechos humanos entregó en las últimas horas la Personería Distrital de Medellín al revelar que el desplazamiento intraurbano durante el primer semestre de 2023 aumentó un 4% respecto al mismo periodo del año anterior.
Entre enero y junio se presentaron un total de 268 declaraciones, que equivalen a 673 personas expulsadas de sus territorios; mientras que para el mismo lapso del año 2022, las víctimas de este flagelo fueron 650 personas.
De acuerdo con los registros de esa agencia del Ministerio Público, algunos de los motivos o hechos victimizantes que se presentan dentro de las mismas comunidades y que son motivo de los éxodos están las amenazas, los homicidios, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado, atentados, despojos y el abandono forzado de tierras.
Otro de los datos que preocupan a las autoridades es que las personas más afectadas por este flagelo son las mujeres con un total de 356 casos, seguido de los hombres con un total de 317 registros por desplazamiento forzado.
Luis Alejandro Monsalve, coordinador de la Unidad Permanente Derechos Humanos de la Personería, también reveló que las zonas de la ciudad donde más se presenta esta problemática son la Comuna 13 - San Javier, con 94 casos; Comuna 7 - Robledo, con 56 víctimas; Comuna 8 - Villa Hermosa con 48 afectados; Comuna 1 - Popular con 36 casos; Comuna 3 - Manrique con 32 casos, y 252 personas adicionales no identificaron o se les registró el territorio dentro la información suministrada a la entidad.
Si bien en la ciudad de acuerdo al seguimiento diario del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia se presenta una disminución del 8.8% en homicidios, factor que muchos analistas atribuyen también a los recientes acercamientos que el Gobierno nacional ha entablado con diferentes estructuras delincuenciales del Valle de Aburrá, el desplazamiento intraurbano es una problemática silenciosa y tiene graves repercusiones en varios derechos fundamentales como la libre movilidad, la educación, la salud y el trabajo.
Muchos estudiosos de la conflictividad urbana en la ciudad consideran que la existencia del desplazamiento intraurbano es tan grave como los homicidios, pues apuntan a una misma realidad que es la influencia de grupos ilegales sobre la cotidianidad de los habitantes.
Las amenazas para salir del territorio se usan como una estrategia de control territorial o una forma de resolver conflictos sin la necesidad de involucrarse en crímenes que puedan prender las alarmas de las autoridades y aumentar su operatividad.
El desplazamiento hacia Medellín también va en aumento
Aparte de la grave situación que se vive en buena parte de la zona urbana de la capital antioqueña con respecto al desplazamiento de población, el panorama de este fenómeno en el departamento y en el país con respecto a Medellín no es tampoco algo alentador.
Durante los primeros seis meses del año la Personería reportó la atención de 3.430 personas que han sido víctimas de desplazamiento forzado provenientes de otros municipios del país, cifra en la que aseguran desde la entidad existe un subregistro que hasta podría llegar a doblar esta cifra, ya que por temor los ciudadanos no denuncian.
Los municipios con mayor procedencia de personas que llegan desplazadas a la ciudad de Medellín son: Quibdó con 510 víctimas, Ituango con 172 personas, Turbo 135 casos, Caucasia 120, Apartadó con 108, Chigorodó 96 casos, Bello 92 casos, Tarazá 72, Yarumal 62, Segovia 58 y Barrancabermeja 45 casos. Particularmente muchas de estas localidades coinciden con aquellas zonas donde recientemente el conflicto armado por cuenta de la presencia y presiones de actores ilegales se ha agudizado.
Al igual que en el desplazamiento intraurbano, la principales víctimas de este fenómeno en otras zonas del país son las mujeres sobre las que se tienen 1.798 casos frente a los 1.632 de los hombres.