El embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, se pronunció a través de Twitter sobre la polémica que hoy enreda al Gobierno en el cao de la exniñera de la jefe de gabinete de la Presidencia, Laura Sarabia. En su cuenta el funcionario aseguró que Laura Sarabia “me llamó el 17 de abril a la 1 p.m. a decirme que estaba preocupada porque Marelbys estaba en contacto con varios periodistas, y me pidió que le ayudara”.
Frente a las acusaciones que han salido del círculo cercano de Sarabia, según las cuáles él estaría detrás de una conspiración contra ella, y esa sería la razón para que días antes de salir la entrevista que Marelbys Meza le concedió a Vicky Dávila en SEMANA, la extrabajadora doméstica viajó a Caracas, el Embajador se pronunció con contundencia: “De ahí sale la idea de que ella se vaya conmigo a Venezuela. Es al revés:@laurisarabia me busca a mí y yo lo que hago es contratarla (SIC). Para ese momento, el problema para @laurisarabia es que se revelara la cantidad de dinero o el flujo de dinero en efectivo que había en su casa”.
En su Twitter, el Embajador en Venezuela niega cualquier intervención para que Meza hablara con Vicky Dávila, y por el contrario asegura que se e apersonó del asunto porque Laura SArabia “es la que me habla primero de Marelbys y de ahí yo llamo a Vicky. Es decir, es ella la que me informa que Marelbys habló con Vicky y me dice que va a salir en Semana. ¿Por qué sabía? ¿Ella chuza?”
Y añade: “lo que yo trato de hacer es ayudar a @laurisarabia frente a su defensa por lo que se iba a publicar. JAMÁS pedí a Vicky que no publicara nada”. De paso Benedetti se va lanza en ristre contra Sarabia, de quien asegura que es ella “la que está manipulando la información y esa CORTINA DE HUMO no justifica el abuso de poder, el secuestro y la intimidación (...) ni mucho menos porqué tenía 150 millones de pesos en una maleta, hechos que sí se están investigados”.
En los trinos, Benedetti, además de hacer aclaraciones sobre la situación, reclama al periodista Daniel Coronell por no hacer precisiones sobre lo que habló con él sobre ese asunto y por darle validez a una supuesta extorsión “sin tener una sola prueba”.
Para finalizar, el Embajador en Venezuela dice que “Queda clarísimo que no construí ninguna conspiración. Es Marelbyss, a través de una amiga, la que empieza a buscar a los medios. Mi “pecado” es saber que se iba a publicar y me quedé callado. Por la veracidad y gravedad de los hechos, no había forma de pararlo”.
El caso de Marelbys
La exniñera del hijo de Laura Sarabia le contó en entrevista a SEMANA que el 30 de enero de este año fue requerida por el esposo de la funcionaria para que fuera a su hogar que necesitaba hablar con ella. Al llegar, le dijeron que se había perdido un maletín con una alta suma de dinero y fue interrogada por personal del círculo de seguridad de la Jefe de Gabinete.
Al día siguiente fue llevada a los sótanos del edificio Galán, frente a la Casa de Nariño donde, según dio a conocer a SEMANA, no ingresó por las puertas oficiales de acceso, ni paso por controles como el detector de metales o se le hizo un registro, ni siquiera le solicitaron la cédula, es decir, no quedó una sola huella oficial del ingreso de Marelbys al palacio presidencial.
Allí, asegura que estuvopor cuatro o cinco horas, fue increpada por tres hombres vestidos de civil y sometida a una prueba de polígrafo. Dice que se sintió “secuestrada” . “Yo sentía que me iban a dejar ahí, que no iba a volver a salir (...) Me hicieron el polígrafo y me dijeron: ‘Usted se puede burlar de ese aparato, pero de nosotros no. Esta noche no va a su casa, de aquí va presa, y le vamos a hacer un allanamiento a todos sus hermanos y a usted’”.
El escándalo toca al Gobierno
Tras la publicación de la entrevista de Marelbys Meza a Vicky Dávila en SEMANA, y conocerse el procedimiento al que la exniñera fue sometida, desde la Casa de Nariño se afirmó que se había actuado de conformidad a la ley por tratarse de un asunto que podía comprometer la seguridad del Presidente de la República al presentarse el supuesto robo en la vivienda de su alta funcionaria.
La Fiscalía General de la Nación, y desde diferentes frentes, se ha cuestionado la actuación del círculo de seguridad de Laura Sarabia, de quien se dice que pudo abusar de su poder para someter a su extrabajadora.
El martes en la tarde entre siete y diez agentes del CTI llegaron para realizar las labores de inspección al Palacio de Nariño. Los funcionarios ingresaron a la residencia presidencial para determinar si hubo abuso de poder de parte de la jefe de Gabinete y los uniformados encargados de hacer las pruebas de polígrafo.