Las medidas restrictivas del racionamiento de agua en Bogotá entrarán en vigencia la próxima semana, luego de que el alcalde Carlos Fernando Galán explicara la crítica situación de abastecimiento que se presenta debido a la fuerte sequía.

El embalse de Chingaza, que aporta el líquido que se consume en el 70 % de los hogares de la capital del país, está en un 16 % de su capacidad, y el río Chuza, que a su vez alimenta con su cauce a Chingaza, registra una profundidad de alrededor de 60 centímetros, un metro menos de lo regular.

El Fenómeno de El Niño sigue causando estragos en todas las regiones del país, pese a que no todas hayan tomado medidas drásticas de restricción en el consumo. | Foto: El País

La gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, reveló que se necesitarían 30 días consecutivos de lluvias para que el embalse pudiera recuperar sus niveles normales. De lo contrario, podría quedarse sin agua en las próximas semanas.

El alcalde Galán señaló que ninguno de los otros dos sistemas que surten a Bogotá, Tibitoc, en el norte, y El Dorado, en el sur, tienen la suficiente capacidad para asumir el suministro del líquido que demanda la ciudad, además de que también registran niveles críticos.

“A esto se suman los innegables efectos del cambio climático, que se manifiestan en un fuertísimo Fenómeno de El Niño y en la incertidumbre frente al clima. A pesar de los esfuerzos para promover el ahorro de agua, los resultados no han sido suficientes”, expresó Carlos Fernando Galán.

El Mandatario explicó que en los tres primeros meses del año el consumo solo pudo bajar de 18 metros cúbicos por segundo en promedio a 17, reducción insuficiente al considerar que, por la contingencia, la capital debería estar consumiendo solo unos 15 metros cúbicos por segundo.

“Por eso, hoy no tenemos otra alternativa que tomar medidas restrictivas para garantizar que el agua de Bogotá no se agote y sea suficiente para todos”, añadió, medidas que serán anunciadas a detalle el próximo lunes, 8 de abril, y que entrarán en vigor la próxima semana.

La intención con las restricciones es que se disminuya en un 11 % el agua que utilizan los bogotanos, lo que representaría unos 173.000 metros cúbicos de líquido menos por día.

Mientras esto sucede, las autoridades esperan que abril no vaya a ser como marzo, mes en el que las lluvias fueron más bajas de lo normal. Para la mensualidad en curso, los pronósticos apuntan a que las precipitaciones regresarán con mayor continuidad e intensidad, sin embargo, se teme que el impacto causado en los embalses solo se podrá empezar a revertir hacia el final de abril.

“Asimismo, hemos convocado al Consejo Distrital para la Gestión de Riesgos y Cambio Climático para asegurarnos de que las medidas actuales y futuras se ajustan a los protocolos que garanticen el derecho fundamental al agua y al saneamiento básico”, añadió el Alcalde Mayor de Bogotá.

Los capitalinos están a la espera de las medidas, horarios y condiciones en las que se dará la restricción para el consumo del líquido. | Foto: GRICOL