Los puntajes en las pruebas de Estado reflejan brechas de aprendizaje entre estudiantes de diferente nivel socioeconómico y entre aquellos que asisten a establecimientos educativos e instituciones de educación superior oficiales y no oficiales.

Así lo revela el documento ‘Brechas en el aprendizaje: una mirada desde las pruebas y exámenes de Estado’, que hace parte de la nueva serie de informes titulada ‘Apuntes del Icfes para la política educativa’ que, de manera mensual, publicará el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación -Icfes, con el propósito de incidir en política pública a partir de los datos que arrojan las diferentes pruebas que aplica la entidad.

En el análisis se señala, por ejemplo, que las diferencias entre los promedios obtenidos por estudiantes del nivel socioeconómico más bajo (NSE 1) y los del nivel socioeconómico más alto (NSE4) tienden a ser mayores en educación básica y media: para los grados 3°, 5° y 9°, por ejemplo, son de 84, 87 y 86 puntos de diferencia, respectivamente, en la prueba de lectura (2022).

En la prueba de matemáticas, los niños, niñas y jóvenes de 3°, 5° y 9° que pertenecen al nivel socioeconómico más bajo obtuvieron 79, 88 y 93 puntos menos, respectivamente, que los estudiantes del nivel socioeconómico más alto.

En el caso del puntaje global del examen Saber 11°, en la aplicación de calendario A, en 2021, la diferencia en los resultados de ambos niveles socioeconómicos fue de 79 puntos a favor del nivel socioeconómico más alto. Y en la aplicación de calendario B, de 17 puntos.

Estas desigualdades parecen reducirse a medida que los estudiantes transitan por la educación superior: en la prueba Saber TyT hay una diferencia de 10 puntos en el puntaje global entre los jóvenes de nivel socioeconómico 1 y 4. Para el caso del examen Saber Pro, esta diferencia es de 19 puntos. Una de las posibles explicaciones es que mayor tiempo de permanencia en el sistema educativo neutralizaría el efecto de factores externos -como la exclusión y la desigualdad- de manera que se logran equiparar las competencias básicas entre los estudiantes durante su proceso de formación en la educación superior.

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En el caso de la educación básica y media, el documento destaca que “el sistema educativo no está logrando atenuar los posibles efectos de las condiciones de vida de los estudiantes sobre sus logros educativos durante el ciclo escolar, haciendo que estos últimos estén sujetos a desigualdades preexistentes que las personas no pueden controlar ni revertir de forma directa”.

De otro lado, cuando se comparan los resultados de los niños, niñas y jóvenes por el sector de la institución educativa a la que asisten, es decir, pública (oficial) o privada (no oficial), las diferencias entre puntajes también son evidentes, según el informe. En las pruebas Saber 3°, 5° y 9°, las diferencias en los promedios obtenidos en lectura fueron de 70, 65 y 61 puntos, respectivamente, favoreciendo al sector educativo privado, mientras que en la prueba Saber 11 la diferencia en el puntaje global entre estudiantes de planteles públicos y privados fue de 41 puntos (aplicación año 2021).

En el caso de matemáticas, las diferencia en los promedios obtenidos por parte de los estudiantes de establecimientos oficiales y no oficiales fueron de 67, 59 y 62 puntos, respectivamente, favoreciendo a los alumnos de planteles educativos no oficiales.

“En educación básica y media se presentan mayores distancias entre establecimientos oficiales y no oficiales, donde los segundos tienden a superar a los primeros, mientras que en educación superior, en Saber Pro, las instituciones de educación superior del sector oficial superan a las del sector no oficial, aunque la diferencia es menor a 2 puntos”, resalta el informe.

Al comparar los resultados de las pruebas y exámenes de Estado que se aplican a los diferentes niveles educativos, las inequidades en términos de nivel socioeconómico son mayores frente a las observadas a nivel del sector al que pertenecen los colegios e instituciones de educación superior, es decir, oficial y no oficial.

Los resultados de las pruebas y exámenes de Estado aportan insumos que pueden ser considerados en los planes de acción para el mejoramiento del sistema educativo, aclarando que las escalas de medición, para cada una de las pruebas de Estado, tiene diferentes parámetros y no son comparables entre sí.