Por Santiago Cruz Hoyos - editor de Crónicas y Reportajes
Cada año, en los ríos de los Farallones de Cali se vertía una tonelada de mercurio. Ese es apenas uno de los hallazgos que el Ministerio de Medio Ambiente, junto a otras autoridades, han realizado tras la recuperación del Parque en el que permanecían cerca de 800 mineros dedicados a la extracción ilegal de oro.
Con el despliegue de la Fuerza Pública en la montaña donde nace el agua de la ciudad, y en un operativo que tardó seis meses, se cerraron, por fin, las minas. Ahora el reto es mantener los controles y el trabajo social, o de lo contrario, ya lo han advertido en la zona, los mineros van a volver.
El País habló al respecto con la Ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad.
Ministra, Cali llevaba más de 15 años con la problemática de la minería ilegal en Los Farallones. Los mandatarios locales apenas tomaron acciones tibias. ¿Qué marcó la diferencia en esta ocasión para que por fin se lograran cerrar las minas?
Lo primero que debo decir es que es una operación absolutamente planificada y eficaz contra la deforestación, la minería ilegal y la protección de las áreas estratégicas durante 6 meses. Sin disparar un solo tiro, y de manera articulada, recuperamos el territorio del Parque Nacional Farallones.
La diferencia estuvo en que hubo una adecuada articulación de las instituciones locales y el Consejo de Lucha Contra la Deforestación. Cuando llegamos al Gobierno, decidimos que el Conaldef, el Consejo Nacional de Lucha Contra la Deforestación y Otros Delitos Ambientales, y sus miembros, se enfocarían en ir tras las grandes estructuras criminales que están potenciando la deforestación y la minería ilegal en el país y este es el resultado de ello.
Esta es una intervención que contó con la articulación de varios actores nacionales y locales, como la Gobernación del Valle, la alcaldía, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Fiscalía General de la Nación, Parques Nacionales Naturales y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entre otros.
Hay un tema que preocupa: el deterioro ambiental de Los Farallones a causa de la minería ilegal de oro. Se plantea que tardará entre 20 y 50 años su recuperación. Exactamente, ¿cuál es el diagnóstico del daño ambiental que generó la minería?
Evidentemente recuperar este ecosistema nos tomará más de 20 años. Desde ya comenzamos a trabajar en su restauración, para ello desde Parques Nacionales Naturales destinamos $14.700 millones que se ejecutarán durante el próximo año. Los principales frentes de recuperación se concentrarán en actividades de prevención, vigilancia y control para fortalecer el puesto de control de El Chalet y El Pato; actividades de monitoreo del recurso hídrico, fauna y flora por contaminación de mercurio y restauración de zona de páramos y ecoturismo comunitario.
Vamos a seguir adelantando las investigaciones pertinentes para determinar todos los impactos ambientales, pero, sin duda, el daño ambiental ha sido muy grande. La minería ilegal destruye los suelos y recuperar sus servicios ecosistémicos es una tarea difícil y de tiempo. Hemos identificado 1.000 hectáreas deforestadas que equivalen al 23% del páramo que conforma el Parque; vertimientos, aproximadamente, de una tonelada de mercurio anual a las fuentes hídricas; cambios en el uso del suelo; alto volumen de residuos sólidos y peligrosos en el Parque, entre otros.
Precisamente, diversos estudios han detectado mercurio tanto en sedimentos como en el agua de los ríos que nacen en Los Farallones. Conozco casos de personas intoxicadas por ello, campesinos. ¿Qué acciones se van a tomar?
Identificamos una afectación por contaminación del recurso hídrico y vertimiento de sustancias químicas en ocho fuentes hídricas que nacen del Parque. En ese sentido, de la mano de Parques Nacionales Naturales, destinaremos, como lo mencioné en la respuesta anterior, más de $14.000 millones en 2024 para iniciar acciones de recuperación en los Farallones e iniciar el proceso de restauración de las zonas afectadas por la minería ilegal.
Es importante anotar que, si bien las afectaciones del mercurio no han llegado a las fuentes que abastecen el acueducto de Cali, sí existía el riesgo que, de continuar con dichas actividades, la contaminación podría llegar a estas fuentes. En el Parque Farallones nacen más de 30 ríos y quebradas y por eso era importante lograr estos resultados.
Realizaremos actividades de prevención, vigilancia y control para fortalecer el puesto de control de El Chalet y El Pato; actividades de monitoreo del recurso hídrico, fauna y flora por contaminación de mercurio y restauración de zona de páramos y ecoturismo comunitario.
En Cali pareciera que no hay un doliente claro de los Farallones. Las autoridades locales no trabajan unidas por el Parque. ¿Cómo garantizar que no vuelva la minería, qué planes hay para proteger el Parque, ahora que llega un nuevo alcalde, Alejandro Eder, y una nueva gobernadora, Dilian F. Toro?
La intervención en los Farallones es una muestra que el trabajo articulado sí existe y genera resultados. Desde las entidades que conforman el Conaldef, con el apoyo de los entes de control y las autoridades territoriales, recuperamos sin un hecho de violencia esta zona estratégica para los caleños y el Valle del Cauca.
Ahora debemos continuar con estos esfuerzos con los nuevos mandatarios para no bajar la guardia. La buena noticia para los caleños es que el Estado ya recuperó el control del Parque, los guardaparques ya están retornando y con la Fuerza Pública se fortalecen los puestos de control de El Chalet y El Pato.
Son 800 los mineros que estaban en los Farallones. Ellos piden alternativas para sustituir la minería. ¿Qué planes existen para ellos, quienes también tienen expectativa de legalización con la Ley Minera?
Como Gobierno estamos recuperando las áreas estratégicas y de conservación, como los Farallones, en nuestro propósito de preservar los ecosistemas. Con el plan de inversiones que le comentaba de $14.700 millones, iniciaremos trabajos de recuperación, pero también con las comunidades y brindándole apoyo a los nuevos mandatarios locales para desarrollar acciones que permitan generar más oportunidades a la población que se encontraba en esta zona, muchos de ellos que no eran de la región del Valle del Cauca, y de quienes pudimos establecer, estaban siendo instrumentalizados por organizaciones ilegales.
Así como está comprobado que hay grupos armados ilegales detrás del negocio del oro, existen denuncias sobre funcionarios de entidades ambientales y personal del Ejército que recibía sobornos para permitir que siguiera la minería ilegal en los Farallones, miraban para otro lado. ¿Conoce el Ministerio de estas investigaciones y denuncias?
Sobre las posibles denuncias, debe ser la Fiscalía general de la Nación la entidad que se pronuncie al respecto, sin embargo desde el Conaldef, seguiremos haciendo seguimiento a eventos y denuncias de minería ilegal en el país.
¿Cuál es el panorama nacional de la minería ilegal de oro en Colombia?
La minería ilegal es una de las principales causas de la deforestación en el país y nuestro más grande reto es contener este flagelo. Hemos identificado que los parques más afectados en los últimos cinco años con esta actividad son el Río Puré (33,21%), seguido de Farallones de Cali (26,64%) y Puinawai (13,14%).
Nuestro Plan de Contención de la Deforestación sigue en pie y el próximo año vamos a seguir reforzando las acciones de la mano de todos los actores del Conaldef para hacerle frente, así como las operaciones binacionales que también nos han permitido tener buenos resultados, siempre bajo la visión clara del Gobierno: ir detrás de estas grandes estructuras multicrimen y proteger a las comunidades vulnerables.
El reto es continuar desarrollando iniciativas que permitan, con las comunidades, restaurar las zonas afectadas por estas actividades, brindando oportunidades distintas a la minería y avanzando en un modelo de economía basada en la naturaleza. Este es uno de los propósitos, con el cual se construye el distrito agro-minero en el Bajo Cauca.
Cambiando de tema, se habla del Fenómeno el Niño en Colombia, pero en el caso de Cali, y el Valle, diciembre ha sido un mes de fuertes lluvias. ¿Cuál es la realidad del Fenómeno el Niño para la región ?
Según el Ideam, el desarrollo de las lluvias en el suroccidente de Colombia, específicamente en el Valle, se asocia a varios factores: el primero tiene que ver con el comportamiento de los frentes fríos que descendieron y activaron la Zona de Confluencia Intertropical, que acentuaron las lluvias en esta región. En segundo lugar, en la parte climática, la ocurrencia de El Fenómeno El Niño global presenta un efecto notorio (con tendencia a la reducción de lluvias) en la mayor parte de las regiones Caribe, Andina y Pacífica; mientras que la porción suroccidental del país (Nariño, eventualmente en Cauca y Valle) tiende a presentar excesos por respuesta directa a la dinámica de estos eventos.
Se espera que El Niño tenga influencia en la reducción de las lluvias por debajo de los promedios históricos en el departamento del Valle hasta el mes de abril de 2024.
Por último, ¿finalmente qué decisión se va a tomar con los hipopótamos de Pablo Escobar?
En octubre iniciamos la puesta en marcha el Plan de Manejo y Control de Hipopótamos, que cuenta con respaldo científico y medidas como translocación, esterilización quirúrgica, eutanasia y confinamiento. Actualmente, está en ejecución un convenio entre el Ministerio, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare) y la Gobernación de Antioquia, que implementa la esterilización y otras medidas como la intervención social y las alertas tempranas.
También estamos avanzando en la construcción y revisión técnica del protocolo de eutanasia ética y evaluando los requisitos de la translocación de algunos hipopótamos a destinos que se siguen estudiando.