El Ministerio de Relaciones Exteriores informó este miércoles, 8 de noviembre, que el canciller Álvaro Leyva Durán viajará el próximo 14 de diciembre a Haití, donde tendrá encuentros con las autoridades de ese país caribeño y funcionarios de la Cancillería se trasladarán también para conocer la situación de los 17 ciudadanos colombianos, detenidos por su presunta participación en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse, en 2021.
Así lo informó la Cancillería, luego de que Leyva se reuniera en Bogotá con el encargado de negocios de Haití en Colombia, Pierre Philippe Brunet.
El canciller Leyva estará en ese país el 14 y el 15 de diciembre, junto con el vicedefensor del Pueblo, Jorge Calero; el embajador de Colombia en República Dominicana, Darío Villamizar; y la jefa de la oficina asesora jurídica interna del Ministerio de Relaciones Exteriores, Francy Paola Ramírez.
“Durante la visita se prevé que el canciller sostenga un encuentro con Ariel Henry, primer ministro de Haití, y con el ministro de Relaciones Exteriores de ese país caribeño, Jean Víctor Geneus”, indicó la Cancillería.
Agregó que “adicionalmente, y tras casi 20 años sin representación diplomática en ese país, se inaugurará de manera oficial el consulado en Puerto Príncipe”.
Leyva dijo en su encuentro que Colombia tiene una deuda histórica con el pueblo haitiano y expresó su interés en fortalecer el relacionamiento con la República de Haití.
Precisó que esta semana el coordinador del Grupo Interno de Trabajo de Asuntos Legales de la Cancillería, Andrés Mendoza Paredes, viajará a Haití para conocer de primera mano la situación de los 17 connacionales privados de la libertad.
“Durante la visita del canciller Leyva a Haití se buscará avanzar en mecanismos de cooperación sobre temas de seguridad y defensa, drogas, comercio e inversión, turismo, conectividad aérea, seguridad alimentaria, gestión del riesgo de desastres, protección civil y asuntos migratorios”, indicó la Cancillería.
Colombianos detenidos en Haití
El 7 de julio de 2021, un comando armado de unos 20 colombianos asesinó a tiros al presidente haitiano, de 53 años, en su residencia privada de Puerto Príncipe, sin que intervinieran sus guardaespaldas.
Un militar colombiano retirado fue condenado el pasado mes de octubre a cadena perpetua, en un tribunal de Miami (Florida), por participar en el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021, un magnicidio que hundió el país caribeño en el caos.
Germán Rivera, considerado uno de los líderes de los mercenarios que llevaron a cabo el magnicidio, compareció ante el juez federal Jose E. Martínez para conocer su sentencia.
El mes pasado, el capitán en retiro reconoció haber brindado apoyo a la trama criminal y conspirado para matar o secuestrar a una persona fuera de Estados Unidos.
El acusado, vestido con un uniforme marrón de preso y con los pies y las manos engrilletados, rechazó su derecho a pronunciar unas palabras antes de la sentencia.
Rivera es la segunda persona condenada en Estados Unidos por la muerte del presidente haitiano. El país norteamericano tiene jurisdicción sobre este caso porque el plan para asesinar a Moïse se organizó en parte en Florida.
Rodolphe Jaar, un empresario haitiano-chileno, fue condenado en junio a cadena perpetua por su participación en el magnicidio.
Rivera mantuvo varias reuniones con los demás conspiradores y formó parte del convoy armado que acudió al domicilio de Moïse el día del magnicidio, según reconoció él mismo.
De acuerdo con la Fiscalía estadounidense, dos directivos de una empresa de seguridad de Miami idearon un plan para secuestrar a Moïse y sustituirlo por Christian Sanon, un ciudadano haitiano-estadounidense que quería convertirse en el presidente del país caribeño.
El objetivo de esos instigadores -el venezolano Antonio Intriago y el colombiano Arcángel Pretel Ortiz- era firmar contratos lucrativos para construir infraestructuras y proveer fuerzas de seguridad a un futuro gobierno liderado por Sanon, también inculpado en Estados Unidos.
Su idea inicial era secuestrar a Moïse, pero al no conseguirlo, los conspiradores decidieron asesinar al mandatario.
Haití atraviesa un periodo de gran inseguridad desde entonces. Las bandas controlan alrededor del 80% de Puerto Príncipe, y los delitos violentos, como los secuestros para pedir rescate y los robos a mano armada, se disparan en la empobrecida nación caribeña.
*Redacción El País y AFP.