Las autoridades confirmaron que en las últimas horas fueron capturados y judicializados dos personas identificadas como Gerardo Jiménez Prada y Jhon Alexander Vargas, presuntos responsables de la masacre presentada el pasado mes de diciembre del 2025 de tres hombres, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida con signos de violencia en medio de un cultivo de papa.
Estos homicidios se registraron al interior de una finca del municipio de Mosquera, Cundinamarca, y según la investigación adelantada por las autoridades, los criminales aprovecharon que las víctimas se encontraban en estado de embriaguez e indefensión para atacarlos con arma rama en varias oportunidades.
Tras una consulta, investigadores revelaron los nombres y edades de los tres hombres: Jorge Elkin García Pacheco, de 40 años; Carlos Eduardo López Pineda, de 28 años; y Cristian David Cotacio Muñoz, de 20 años.
“Luego de ingerir licor, los agresores aprovecharon el estado de indefensión de las víctimas para atacarlos con arma blanca propinándoles más de siete heridas a cada una, para luego tirarlos a un vallado que estaba dentro del cultivo, siendo encontrados tres días después por sus familiares”, indicaron las autoridades.
Por este triple homicidio, un fiscal le imputó a los capturados el delito homicidio agravado y, adicionalmente, a Jiménez Prada el delito de ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio, además, los dos sujetos fueron enviados a prisión.
Hipótesis del crimen
La policía judicial ha logrado establecer hasta el momento que la finca donde fueron hallados los cadáveres es propiedad de Donaldo Benítez, quien tendría la finca bajo un administrador privado y contaría con varios trabajadores contratados para manejarla.
Benítez confirmó que es el dueño, pero no aportó mayor información por encontrarse, según comunicó a El Tiempo, en una audiencia ante la Fiscalía.
Por su parte, los familiares de las víctimas se han encargado de difundir la versión sobre un triple asesinato por rencillas personales, puesto que según ellos, dos de los hombres tendrían problemas con un poderoso de la zona. Además, negaron que el crimen obedeciera a una supuesta “limpieza social” en esta población, perpetrada por alguna organización armada ilegal.