En medio de un escenario de cambio climático que exige cada vez una mayor preparación de los países, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD), Carlos Carrillo, destacó que lo más valioso que tiene Colombia es su sistema nacional del ramo, interconectado con los organismos del nivel local.
Aún así, le contó a El País sobre la gran limitante representada en el presupuesto, ya que no existe recurso suficiente para abordar toda la inversión en prevención y gestión del riesgo que requiere la nación.
- ¿Cuál es la inversión que está realizando la Unidad en el Valle?
La Ley 1523 apunta a que el primer respondiente sea el gobierno local, luego el departamento y luego la Nación, o que los proyectos se hagan en concurrencia, así que Cali y el departamento del Valle tienen, debo decirlo, un buen sistema de gestión del riesgo y eso nos ayuda a estar un poco más tranquilos. Por supuesto que podría haber más presupuesto, que es una de las de las principales limitantes, que se vuelve un poco la Cenicienta de la administración la gestión del riesgo, cuando debería ser una de las protagonistas.
Entonces, desde el Gobierno Nacional se han hecho proyectos muy importantes, por ejemplo, el jarillón de Cali que está a cargo del Fondo de Adaptación del cual yo soy gerente encargado. El jarillón de Cali es un megaproyecto muy ambicioso, sin embargo, esperamos con el presupuesto del próximo año poder desarrollar proyectos de cuño propio.
- En el jarillón aún se mantienen muchas familias asentadas y el proyecto lleva muchos años, ¿qué se necesita para que avance?
Le sumo otro problema. Esa decisión de hacer un jarillón tan grande tiene un impacto sobre los otros municipios. Si usted manipula de cierta manera el cauce del río en un punto, eso va a tener un impacto más adelante o más atrás, entonces también hay que garantizar que municipios como Candelaria o los demás que están cerca de Cali no se vean afectados, para eso se necesitan unos diálogos regionales y, por supuesto, la participación y el trabajo armónico de todos los mandatarios.
Entonces, si usted me pregunta lo que se necesita, pues lo que se necesita es plata, pero también se necesita una institucionalidad que sea legítima, robusta y que pueda trabajar con los gobiernos locales.
- ¿Cuánto recurso tendría el próximo año para inversiones en proyectos de prevención del riesgo y demás?
Viene la nueva vigencia, pero nosotros necesitamos más recursos porque no tenemos, ni siquiera tenemos para terminar el año, necesitamos casi 700.000 millones de pesos para esta temporada final, que es de las más críticas. No los tenemos, no hay plata y digamos que ese es un desafío grande.
Hay otra cosa que no puedo dejar de decir y es que, a veces, el Congreso de la República actúa con una enorme mezquindad política. Las comisiones económicas, en lugar de abrir la discusión del presupuesto del próximo año, decidieron hundirlo, lo sabotearon y ahora son tan descarados que salen a acusar al presidente de que es un autoritario que quiere imponer su presupuesto.
Entonces el tema de la plata es complicado porque en octubre me reuní con los coordinadores del riesgo departamentales, una reunión además muy productiva, y todos manifiestan lo mismo: que no tienen un peso.
El fondo de gestión del riesgo de uno de los municipios más importantes del Valle tiene 80 millones de pesos de presupuesto, ¡80 millones de pesos! Usted qué puede hacer con eso, absolutamente nada.
- Hablemos de los proyectos que han presentado líos. ¿Qué pasará entonces con los carrotanques de La Guajira? ¿La inversión se perderá?
Los carrotanques no se necesitaban, ellos (Olmedo López y otros) se aprovecharon de una sentencia que es la T-302 que obliga a la Unidad a comprar ocho carrotanques, eso es lo que dice la sentencia, que la UNGRD les tiene que entregar a los cuatro municipios de la Alta Guajira ocho carrotanques, además pequeños, porque obviamente esos mega carrotanques no funcionan en allá.
Estos salvajes decidieron comprar 120 carrotanques, cada uno con un 100 % de sobrecosto, para robarse la plata. Ahora tenemos 80, yo logré detener 40 que ya se habían contratado, ya se había firmado el acta de inicio, pero no se habían pagado.
Esos 80 carrotanques que tenemos se van a distribuir por el país y lo único que nos falta para poder sacarlos de ahí es poder tener las pólizas todo riesgo, no ha sido posible eso.
Está abierto el nuevo proceso de contratación y esperamos este mes poder finalmente tener esas pólizas contratadas y mandar esos carrotanques a hacer su trabajo por el país.
- En un caso como Mocoa, los entes de control están investigando presuntas irregularidades en la entidad. ¿Qué pasó con la recuperación? ¿El contratista se perdió?
Ha pasado de todo, lo de Mocoa es una vergüenza. Después de siete años de una tragedia que conmovió al país, hay muy poco. Esas personas que sufrieron las afectaciones de esa tragedia tuvieron una esperanza en el Estado, que les cumpliera y les restituyera lo que la naturaleza les arrebató, pero no ha pasado.
Desde que llegamos empezamos a tratar de desenredar eso y lo estamos haciendo. Ahí hay intereses particulares sin duda, muy poca cooperación del gobierno local, de hecho, el alcalde de Mocoa ha sido más bien un obstáculo, un palo en la rueda para nuestro trabajo.
Toda esta inestabilidad política nos ha hecho la vida aún más difícil, pero ya logramos firmar el contrato por 80.000 millones de pesos con Enterritorio. Ahora, sigue habiendo una disputa legal con el contratista que incumplió, hay unas viviendas que son ruinas, nunca se terminaron y están ahí ocupando el espacio, pero, además, ocupando un espacio fiscal. Tenemos que liberar esos recursos, pero logramos arrancar y eso es sumamente importante.
- Con tantos escándalos, ¿cómo le ofrecen llegar a la UNGRD?
Habiendo tanto consulado (risas). Yo creo que el presidente me da un voto de confianza que yo agradezco realmente. Yo de ninguna manera estaba buscando llegar a la UNGRD porque creo que nadie, en su sano juicio, lo haría en medio de semejante escándalo. A mí me entregaron una responsabilidad, una cruz que además cargo, pues sí, es una cruz muy pesada, pero la cargo con esperanza porque siento que mientras yo esté al frente de esta entidad puedo garantizar que no se va a repetir algo como lo que pasó y que es tan bochornoso como lo de Olmedo López.
- Pese a las incertidumbres del 2025, ¿hay algún anuncio que pueda hacerle a los caleños y vallecaucanos?
Por las afugias presupuestales no es posible hacer un compromiso de proyectos concretos, pero algo que sí fue un compromiso que se hizo cuando estábamos reunidos con el secretario departamental (Francisco Tenorio) es que, en lo que queda del año, vamos a hacer un evento con la totalidad de los coordinadores de gestión del riesgo a nivel nacional para poder darle forma, en la próxima vigencia, a los proyectos que vamos a priorizar.