Luis Gilberto Murillo, el ministro encargado de Relaciones Exteriores, aseguró este martes que el Gobierno colombiano se está preparando para regularizar a más de 600.000 migrantes, la gran mayoría de ellos llegados desde Venezuela.
“Tenemos todavía 600.000 migrantes, la gran mayoría venezolanos, que requieren de una regularización en el país, que tienen vocación de estadía en el país», aseguró recientemente el canciller Murillo durante una rueda de prensa realizada con motivo de su visita a Quibdó, en el departamento de Chocó.
Murillo, quien se desempeñó como embajador de Colombia en Estados Unidos, aseguró que preparan una regulación para que cerca de 350.000 de estas personas adelantar el proceso de reunificación familiar.
“Además 250.000 más recibirán un permiso especial de trabajo, una visa de trabajo que les permite estar regularizados en Colombia, integrarse a la sociedad colombiana y tener una ruta que les permita participar con dignidad, como debe ser, en esta sociedad”, añadió el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia.
Agregó el funcionarios que toda esta situación se dará en el contexto en el que Colombia ha regularizado “a más de 2,3 millones de venezolanos que están haciendo sus vidas en nuestro país”.
“Va a costar cerrar la selva del Darién a los migrantes”
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, dijo este viernes en una entrevista con la AFP que considera complicado cerrar la selva del Darién a los migrantes, como propone el candidato presidencial panameño José Raúl Mulino.
“Es una política que va a costar llevar a cabo, precisamente por el deseo de esas personas de salir de ahí [de sus países]”, afirmó Chaves, quien recibió la semana pasada en San José a Mulino, el delfín del inhabilitado expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014).
Sustituido como candidato por Mulino, Martinelli permanece asilado en la embajada de Nicaragua para eludir una condena de prisión por blanqueo de capitales.
Chaves indicó que respeta las decisiones de los países vecinos, pero considera que a nivel “operativo” es complicado cerrar la selva situada en la frontera entre Colombia de Panamá, por la que en 2023 transitaron 520.000 migrantes, en su mayoría venezolanos.