La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) estudia este martes el Acuerdo de Paz al que llegaron el Gobierno colombiano y las Farc, en su cuarta jornada de audiencias públicas.

Además, el organismo internacional revisará las órdenes ejecutivas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

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El periodo de sesiones de la Cidh se celebra desde el pasado miércoles y hasta mañana en la sede de este órgano de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.

Ahí se celebrarán tres audiencias sobre Colombia, dos de ellas acerca del acuerdo de paz, ante la "preocupación de organizaciones de la sociedad civil con el escenario de impunidad", según el secretario ejecutivo de la Cidh, el brasileño Paulo Abrão.

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Abrão ha evitado decir hasta ahora si la comisión comparte esa preocupación y se ha limitado a "afirmar los estándares del organismo de que las graves violaciones de derechos humanos no pueden generar situaciones de impunidad".

Las audiencias públicas de la Cidh, que se celebran varias veces al año en función del presupuesto, son la principal herramienta de la OEA para visualizar y denunciar las violaciones de derechos humanos en la región.

Trump, en la mira

En la jornada también se abordarán las medidas migratorias en Estados Unidos, aunque el gobierno de Donald Trump no envió ningún representante a la audiencia pública.

"Lamentamos que el Estado haya decidido no estar presente, porque nos hubiera gustado escuchar sus posiciones", dijo el presidente de la audiencia, el comisionado peruano Francisco Eguiguren.

Un grupo de ocho entidades no gubernamentales y de defensa de los derechos humanos presentaron ante la Cidh un informe sobre el impacto que los nuevos decretos firmados por Trump tienen sobre grupos de inmigrantes, incluyendo efectos que violan compromisos internacionales asumidos por Estados Unidos.

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Una de las tres sesiones fue convocada porque la comisión está preocupada por el "amplio margen de aplicación" que permiten y quiere resolver sus "dudas" sobre la nueva política de deportaciones, de seguridad en la frontera, de visados y asilo.

"Tenemos que escuchar al Estado, todos tenemos dudas sobre cómo funciona todo", indicó el brasileño Abrão.

Esa audiencia también abordará la orden ejecutiva para acelerar los procesos de revisión y aprobación ambiental de proyectos de infraestructura, que inquieta a la comisión porque puede suponer una violación del derecho a consulta previa de los pueblos indígenas.

Cub y El Salvador

La comisión también abordará este martes, en dos audiencias diferentes, la situación de las personas Lgbti (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales) en El Salvador y la de los afrodescendientes en Cuba.

Se espera que el Estado de Cuba, como hace siempre, no envíe una representación a las audiencias.

Cuba es el único país del continente que no participa en la OEA, a pesar de que en 2009 se levantó la suspensión de 1962, emitida tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro.

Los cubanos llevan así medio siglo en una suerte de limbo dentro del organismo continental ya que, pese a la negativa del Gobierno a reintegrarse, la Cidh -órgano autónomo de la OEA- atiende y denuncia las violaciones de derechos humanos en la isla.

La filosofía detrás de esta situación es que la suspensión de Cuba se entendió como un castigo al Gobierno pero no a sus ciudadanos, que pueden acudir a la Comisión para denunciar las violaciones de derechos humanos y así lo hacen en cada periodo de sesiones.