Según un estudio publicado este miércoles por el Instituto para la Economía y la Paz, Colombia y Venezuela fueron considerados como los países “menos pacíficos” de Latinoamérica debido a los conflictos socio-políticos y la violencia interna.
En el Índice de Paz Global elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, Colombia y Venezuela quedaron empatados en el puesto 140, mientras que Uruguay es el más pacifico de la región en el puesto 50.
El Instituto con sede central en Sídney (Australia) y oficinas en ciudades como Londres, Nueva York y Ciudad de México, evaluó en su decimoséptimo informe los niveles de paz en 163 países y territorios (99,7 % de la población mundial).
Europa, con Islandia y Dinamarca a la cabeza, vuelve a ser la región más pacífica del mundo, mientras que entre los países latinoamericanos se ubican en mejores posiciones Costa Rica (39)- unos siete puestos por debajo de España-, Uruguay (50), Argentina (54) y Chile (58).
Inseguridad en Cali
El tradicional barrio Obrero, en el centro de Cali, es uno de los más concurridos por los habitantes de la ciudad, debido a las distintas actividades comerciales que se realizan en la zona.
Desde la compra y venta de autopartes, hasta la vida nocturna, el Obrero es frecuentado por miles de caleños y turistas, sin embargo, esto ha generado que se vivan ciertas complicaciones en la seguridad del sector.
Al ser preguntado sobre la situación del barrio, el capitán de la Estación de Policía de Junín, Jesús Andrés Torres, afirmó que este sector es golpeado por varias flagelaciones a la tranquilidad. Entre estas se encuentra la problemática de las personas en condición de calle, los robos a la infraestructura pública y contadores, microtráfico, prostitución y la ingesta de bebidas embriagantes que muchas veces dan pie casos de intolerancia.
Según el capitán, “donde hay indigencia, hay microtráfico. Esto a su vez, por lo regular, atrae la prostitución y aunque esta actividad no es ilegal, suele generar situaciones complejas, como la disputa entre las mujeres por el lugar donde se ubican para ofrecer sus servicios o por personas que quieren aprovecharse de su vulnerabilidad”.
Asimismo, el Capitán Jesús Andrés Torres explicó que el hurto de los contadores es para poder venderlos por chatarra y poder lucrarse, por lo regular, esta actividad criminal es realizada por habitantes de calle. Otro problema son los casos de intolerancia, sobre todo, “los fines de semana cuando el consumo de alcohol aumenta y se presentan riñas”.
El pasado 3 de junio la mirada de la ciudadanía se trasladó a este sector del centro de Cali tras la viralización de un video de seguridad que fue compartido por medio de las redes sociales. En esa publicación se puede observar que dos hombres salen de una de las alcantarillas que sirven a los barrios obrero y sucre.
Los ‘hombres topo’, como les dicen los ciudadanos de la zona, tienen intranquilos a los comerciantes. En el metraje se puede observar que dos de estos sujetos salieron de una de las cloacas ubicadas sobre la carrera 14 con calle 20, llamando la atención nuevamente de las personas presentes que cansadas decidieron denunciar públicamente lo que viene sucediendo en el barrio.
“El temor de los habitantes y los comerciantes es que estén intentando abrir huecos para ingresar a los predios. También hemos sufrido cortes en el servicio de internet, quizás se están robando la fibra óptica”, afirmó uno de los trabajadores del sector.
El comandante de la Sijín de Cali, Luis Palacios, afirmó que actualmente “se adelanta una investigación para establecer la identidad de las personas que salen de la alcantarilla y de la cual se logra apreciar que estaban sustrayendo cables para luego venderlos en sitios en los que también estamos adelantando indagaciones para saber quiénes están comparando este material”.