Desde el estallido de la crisis diplomática entre Estados Unidos y Colombia, varios ciudadanos han reportado un incremento en la rigurosidad de los controles migratorios al ingresar al país norteamericano. Este fenómeno ha generado incertidumbre sobre una posible restricción en la aprobación de visas y un endurecimiento de las medidas para los viajeros colombianos.
Colombia ha cargado históricamente con una sombra de estigmatización en los aeropuertos internacionales, producto de su pasado ligado al narcotráfico. En los años 80 y 90, las posibilidades de obtener una visa estadounidense eran mucho más reducidas, y aquellos que lograban entrar se enfrentaban a controles migratorios extremadamente rigurosos, donde las inspecciones exhaustivas eran la norma. Ahora, con el endurecimiento de las relaciones bilaterales tras la crisis entre Donald Trump y Gustavo Petro, muchos temen que esa historia se repita.
Viajeros reportan mayor escrutinio
Uno de los primeros en evidenciar estos cambios fue Carlos Chaparro Bohórquez, quien aterrizó en el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale el pasado 28 de enero, apenas dos días después de la crisis diplomática. Según su testimonio, los controles fueron más prolongados y minuciosos de lo habitual.
“La demora fue grande, pese a que no había mucha congestión de pasajeros. A los del vuelo de Bogotá nos llevaron a una sala pequeña y nos hicieron una revisión exhaustiva. Preguntaban por todo”, relató. Las maletas fueron abiertas y revisadas minuciosamente, y hasta los medicamentos personales fueron objeto de interrogatorios. “Me preguntaron si mis medicamentos tenían fórmula. Respondí que son los que siempre uso, pero fueron muy incisivos en preguntar cuántos días iba a estar”, agregó.
Una experiencia similar vivió Hernán Acevedo Rendón, piloto conocido en redes sociales como AeroHernán, quien llegó a Miami desde Medellín el mismo día. En un video compartido en redes, advirtió que los pasajeros colombianos deben ir “con mucha paciencia”, pues los agentes de migración están implementando un escrutinio mucho más detallado a cada viajero. “No importa si eres residente, ciudadano o tienes Global Entry, todos deben pasar por la misma línea de control”, aseguró. Además, confirmó que todas las maletas son abiertas y revisadas individualmente, antes de ser sometidas a escaneo con rayos X.
Incertidumbre en la aprobación de visas
El aumento en los controles no solo genera incomodidad en los viajeros, sino que también ha encendido las alarmas sobre el futuro de la aprobación de visas para los colombianos. Alejandro Figueroa, quien tenía su cita en la embajada estadounidense el 27 de enero, un día después de la crisis, teme que su proceso se vuelva más rígido y excluyente.
“Voy a sacar un ahorro, un esfuerzo mío y de mi familia, para que tal vez no tenga un trato digno. Me siento desmotivado por lo que pasó. Creo que el proceso se va a volver riguroso. Siento que invertí cinco millones de pesos para un documento que hoy podrían no darme”, expresó.
Si bien aún no se han anunciado cambios oficiales en la política de visados, expertos en migración advierten que la relación entre ambos países podría influir en la cantidad de inadmisiones en los aeropuertos estadounidenses.
Lucas Gómez, exgerente de Fronteras de la Presidencia de la República, señaló que Estados Unidos tiene la facultad de definir nacionalidades de especial atención, y que los recientes eventos han puesto a Colombia en esa lista. “Es muy probable que los colombianos que viajen a Estados Unidos tengan un trato diferencial, y que aumente el número de inadmitidos en los próximos meses”, advirtió.
¿Un punto de no retorno?
Si bien Gómez no cree que la situación llegue a los niveles de los años 90, señala que el tratamiento migratorio hacia los colombianos podría volverse más estricto bajo la administración Trump. La negativa de Petro a aceptar deportados con esposas en manos y pies podría escalar las tensiones diplomáticas y derivar en más restricciones para los viajeros y cargas colombianas.
El temor entre los viajeros es latente. Aunque Estados Unidos no ha anunciado cambios formales en su política migratoria hacia Colombia, los testimonios reflejan un endurecimiento en los controles, que recuerda los tiempos más difíciles de la relación bilateral. En los próximos meses, los colombianos que planean viajar al país norteamericano deberán estar preparados para enfrentar un proceso migratorio más largo y exigente, sin garantía de que la situación mejore en el corto plazo.