Dos cárceles de Barranquilla ya son manejadas por seguridad privada, un proyecto que se viene implementando en el país hace años para lograr combatir la corrupción y el hacinamiento al interior de los centros penitenciarios.
En diciembre de 2021, el Gobierno del entonces presidente Iván Duque ya había dado pasos en la Ley de Seguridad Ciudadana para que los privados pudieran entrar al corazón del sistema penitenciario y carcelario del país.
Con esta medida se abría la posibilidad de que prestaran seguridad en sitios de reclusión de sindicados y se conformaran asociaciones público privadas para diseñar, construir y operar penales.
En la Cárcel Distrital de varones El Bosque y el Centro de Rehabilitación para mujeres El Buen Pastor, ambos para personas sindicadas en Barranquilla, la seguridad no la presta el Inpec, sino la empresa Granadina de Vigilancia.
Hoy no solo están funcionando estas dos cárceles (para personas que no han sido condenadas) sino que en Medellín ya se adjudicó un millonario contrato para la construcción y operación de un penal para esa misma población.
Esta construcción ayudaría a descongestionar las estaciones de Policía y sedes de la Fiscalía cuyos funcionarios no deberían estar custodiando detenidos.
La entrega de los dos penales al sector privado se logró gracias a un convenio amparado en el artículo 62 de la Ley 2197 de 2022 o Ley de Seguridad Ciudadana, que faculta a las entidades territoriales para “celebrar contratos para la prestación de servicios de vigilancia y seguridad privada y apoyar el cumplimento de las funciones a su cargo, en materia de creación, fusión, o supresión, dirección, organización, administración, sostenimiento y vigilancia de las cárceles”.
En el contrato firmado el 9 de marzo de 2023 entre la Alcaldía de Barranquilla y la Unión Temporal Seguridad G.A. 2023, conformada por Granadina de Vigilancia y Altum Security Ltda., se establecieron las condiciones para la prestación del servicio de vigilancia y seguridad privada para el edificio de la administración central, instituciones educativas, el Centro de Rehabilitación Femenino Buen Pastor y el Centro de Rehabilitación Masculino El Bosque, Centro Transitorio Las Estrellas, escenarios deportivos y demás entes e instalaciones adscritas al Distrito de Barranquilla.
En dicho documento se pactó que el contratista deberá contar con detectores de metales portátil de seguridad, carné de identificación de la empresa y de la ARL, chalecos antibalas que cumplan con la normatividad vigente, linternas recargables, esposas, candados grandes de seguridad según lo requerido por el supervisor y libros de minutas de pasta dura y foliados por cada servicio.
También de chapuzas para pistolas, bastones de mando con su porta bastón, pitos, escopetas calibre 12 semiautomática, pistolas semiautomáticas, una caja fuerte para guardar el armamento que no está en servicio y un tubo de descargue, radios y celulares como medio de comunicación, entre otros requerimientos.
Aunque la situación ha sido normal en las cárceles, los vigilantes cuentan con escudos y cascos, pero si la situación escala a otro nivel, deben pedir apoyo del Inpec.
Finalmente, desde el sector privado se viene trabajando para que empresas de vigilancia asuman nuevas funciones en eventos masivos y tengan una mayor presencia en tema de custodia de internos e incluso en el apoyo a la Policía en labores de seguridad ciudadana.