Las ojeras, también conocidas como círculos oscuros, son áreas de hiperpigmentación que se forman justo debajo de los ojos. Generalmente, tienen una tonalidad más oscura que el de la piel circundante, lo que crea un contraste notable. La piel en esta zona es más delgada y delicada, lo que también contribuye a que las ojeras sean más visibles.
La predisposición genética es una de las principales causas de las ojeras. Es probable desarrollarlas en caso de tener padres o familiares con esta condición. Sin embargo, tal vez la más común y con la que se emparenta habitualmente esta expresión de la piel es con el cansancio.
La falta de sueño puede afectar la circulación sanguínea y hacer que los vasos sanguíneos debajo de los ojos se dilaten, lo que provoca un aspecto más oscuro, algo que se nota sobre todo en personas con piel pálida y delgada.
Las personas con piel más clara tienen una menor cantidad de melanina, el pigmento responsable del color de la piel. La falta de melanina en la zona alrededor de los ojos puede hacer que las venas y los vasos sanguíneos sean más visibles, dando lugar a las ojeras. Pero así como casi todas las situaciones que pueden ocurrir con la piel, está el factor de la edad.
Con el envejecimiento, la piel pierde su elasticidad y se adelgaza, lo que puede acentuar la aparición de las ojeras. Además, con el tiempo, la acumulación de daño oxidativo en la piel puede hacer que las ojeras sean más prominentes.
Si bien este tipo de situaciones pueden afectar la confianza y el autoestima de las personas, es fundamental comprender que son un problema estético común y en la mayoría de los casos inofensivo. Si bien no siempre es posible eliminar por completo las ojeras, existen diversas medidas que se pueden tomar para reducir su apariencia. Entre estas se encuentra el uso de algunos alimentos cotidianos con los cuales se pueden realizar diferentes preparaciones caseras aprovechando sus beneficios para la piel.
El pepino, por ejemplo, es una rica fuente de nutrientes y compuestos beneficiosos para este órgano. Está compuesto principalmente por agua (aproximadamente un 95%), lo que lo convierte en un hidratante natural perfecto. También contiene vitaminas esenciales como la vitamina C, vitamina K, vitamina A, así como minerales como el magnesio y el potasio. Antioxidantes y flavonoides presentes en su composición como el quercetin y kaempferol ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres en las células.
En el caso puntual de la ojeras, estas suelen estar acompañadas de inflamación en el área de los ojos. El pepino contiene compuestos antiinflamatorios como la fisetina que ayudan a reducir la hinchazón y la irritación. Por otra parte, la hidratación es crucial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel. La alta concentración de agua en el pepino ayuda a mantener la piel debajo de los ojos hidratada, lo que disminuye la apariencia de las ojeras.
¿Cómo usar el pepino?
La versatilidad de este vegetal permite obtener diversos productos que pueden alterarse en su uso frecuente para disminuir las ojeras. Es muy importante comprender que no se trata de un método con efectos inmediatos por lo que la consistencia en el hábito es crucial.
Una de las formas más populares de usar el pepino es aplicándolo directamente en los ojos. Para esto basta con cortar rodajas finas de pepino y colocarlas sobre los ojos cerrados durante 10 o 15 minutos. Esto proporcionará una sensación refrescante y ayudará a reducir la hinchazón y la apariencia de las ojeras.
Por otra parte, está la mascarilla de pepino, la cual se prepara triturando y mezclando su pulpa con yogur natural sin azúcar. Esta mascarilla se aplica sobre el área de los ojos y dejándola actuar durante unos 20 minutos antes de enjuagar con agua fría.
Finalmente, también es habitual encontrar el tónico de pepino, el cual se prepara mezclando el jugo de este vegetal con agua de rosas y se aplica suavemente en el área de los ojos usando un algodón. Esto ayudará a refrescar y revitalizar la piel.