“El Presidente rompió el protocolo”. “Abrazó a las víctimas”. “Caminó acompañado por los niños”. En las últimas semanas, este tipo de titulares ha aparecido con más frecuencia en la información proveniente del Palacio de Nariño.
Durante la visita que hizo a Bojayá, Chocó, por ejemplo, los medios de comunicación mostraron a Iván Duque llevando ‘a caballito’ a un niño vestido con la camiseta de la selección Colombia. En Popayán, se fue a almorzar a la plaza de mercado del barrio Bolívar y una vendedora contó, emocionada, que había podido abrazar al Presidente.
Ese cambio de estilo coincide con la llegada de Hassan Nassar como nuevo asesor de Comunicaciones del Mandatario, “no para hacer cambios de imagen, sino para comunicar mejor”.
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¿Qué se puede esperar de esa nueva estrategia?
Para el experto en comunicaciones estratégicas Carlos Andrés Arias, “es posible que imágenes como las del Presidente en Popayán y Chocó puedan incidir en la percepción que tengan algunos segmentos poblacionales, pero en el otro segmento, que influye más en la opinión pública, llámense analistas, periodistas, puede ser contraproducente, porque no se evidencia un presidente actuando en políticas públicas o tratando problemáticas que afectan a los colombianos”.
A su vez, el director académico del Instituto de Altos Estudios para la Gestión Pública, Ancizar Marroquín, dice que es “importante que un presidente se acerque a la gente, a los niños, porque tiene que sensibilizarse, conocer el país y que la gente lo conozca. Humanizar al Presidente me parece una excelente estrategia y que se unte de pueblo, me parece muy valioso”.
Sin embargo, anota que “debe haber coherencia entre escuchar a la gente y dar respuestas institucionales a la gente” y considera que parte del problema comunicacional del Mandatario colombiano está en la gestión de varios de los miembros de su gabinete.
“Algunos de ellos no son aptos para el dominio público y no han entendido el cargo de ministro, sino que lo han tomado solo como un puesto y por eso no hay logros específicos qué mostrar. Si sigue así, terminará siendo un presidente al que la gente quiere porque va a visitarla, pero no les da respuestas del Estado a sus problemas”, indica.
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Según expertos, todavía es pronto para analizar los resultados de la nueva estrategia de comunicaciones que se quiere impulsar desde la Presidencia de la República.
Con respecto a la estrategia de Iván Duque de hacer presencia en distintos medios de comunicación, Marroquín plantea que el Mandatario debe responder por lo que pasa en el Gobierno y en el país, “por eso debe ir a los medios, a dar explicaciones. Y los periodistas deben ayudar a que los temas sobre los que se le cuestionen sean los realmente necesarios y de interés para Colombia”.
Arias apunta que el objetivo de llevar a Duque ante los micrófonos es dar la sensación de que el Jefe de Estado “está en todos los temas y generar una sensación de ubicuidad y cercanía y en algunos momentos creo que tiene buen manejo de retórica y discurso. Sin embargo, eso se deslegitima porque habla muy bien frente a algunas audiencias, pero su gestión no es concreta”.
Recuerda el experto que al Mandatario colombiano se le ha criticado porque algunas de sus respuestas en entrevistas e intervenciones públicas se sienten ceñidas a un estricto libreto, lo que lo muestra distante de estrategias de otros políticos exitosos como el mismo expresidente Álvaro Uribe.
De hecho, el hoy senador es recordado por estar siempre cerca de la ciudadanía, usar un lenguaje sencillo y tradicional y recorrer las regiones del país, todo con una actitud auténtica.
“Las estrategias de comunicación son muy diferentes. La de Uribe era de escucha activa, de cercanía con la gente, con las comunidades, de generar opinión sobre la Presidencia y yo creo que esos no son elementos que están en la estrategia de comunicación de Duque”, conceptúa Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana.
La imagen de Duque repartiendo dulces a los niños en Bojayá generó polémica en las redes sociales, pues algunos hablaron de populismo.
Los expertos en comunicación política también destacan a la actual alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien recurre a Twitter para hacer anuncios de su gestión, responder a las críticas de sus opositores e incluso para hacer pedagogía sobre asuntos como la movilidad y el uso del suelo urbano.
“Claudia (López) estuvo en la vanguardia del uso de las redes sociales desde que se inició en la vida pública y esa espontaneidad se evidencia hoy como gobernante. Además, está bien planeado que la información que mueven en las redes se viraliza a través de influenciadores y amigos que la acompañaron en campaña”, sostiene Arias.