En máxima alerta están las comunidades campesinas e indígenas del Cauca por los reiterados ataques a la fuerza pública que se registran en esta parte del país por parte de las disidencias de las Farc, tras la puerta en marcha de la operación militar Perseo, en el corregimiento de El Plateado, zona rural del municipio Argelia.
En la tarde de este domingo 13 de octubre, y de acuerdo con el alcalde del municipio de Suárez, César Cerón, se presentaron dos hostigamientos a la fuerza pública en esta parte del norte del departamento, luego de presentarse un ataque a la Policía en Corinto en las horas de la mañana.
“Me reportan que primero lanzaron explosivos desde drones a la unidad militar ubicada en el sector de La Salvajina, luego que ejecutaron un similar ataque contra la estación de Policía, en pleno casco urbano, por fortuna solo se reportan algunos daños materiales”, agregó el mandatario de este municipio al exponer su preocupación por el regreso de estos hechos a su municipio. “Estamos otra vez viviendo esa zozobra de los ataques y hostigamientos”, agregó.
Después, en las horas de noche, las comunidades del municipio de Toribío, Cauca, reportan que disidentes de las Farc hostigan la estación de Policía, luego de lanzarles explosivos de fabricación artesanal, ‘tatucos’, a los uniformados.
Según la versión de los pobladores, muchas personas salían de misa cuando se formaron los ametrallamientos luego del lanzamiento de estos misiles artesanales, los cuales terminaron impactando los antejardines de viviendas del lugar.
“La gente le tocó quedarse en la iglesia por la intensidad del combate que se formó porque los policías responden al ataque”, indican los testigos.
La misma comunidad fue la encargada de reportar esta situación, a través de las redes sociales, donde publica los vídeos, y donde se aprecia las balaceras que ahora se registran en el área urbana de esta población nortecaucana, las cual en las horas de noche parece un pesebre por la cantidad de invernaderos de marihuana que funcionan en esta parte del departamento.
Después, y tras el llamado de alerta de los ciudadanos, la guardia indígena salió en defensa de este municipio, rodeándolos y obligándolos a retirarse del lugar. “Los mismos indígenas, sin armas, se están autoprotegiendo”, relatan líderes comuneros.
“Es una realidad que la repuesta de las disidencias es cruel y directa, porque no se van a quedar quietos luego de esa intervención que adelanta en El Plateado, por ejemplo acá el casco urbano de Morales está completamente militarizado porque hay unos movimientos raros de personas que no son del pueblo”, relató un líder social de esta población.
Mientras tanto, comerciantes del municipio de Miranda, en el nororiente del departamento, informaron que optaron por cerrar sus establecimientos luego que integrantes de este grupo armado al margen de la ley empezaran a hostigar el puesto de Policía. “La gente se enceró sus casas, por ser bastante fuerte el ataque”, relató un periodista comunitario.
Mientras tanto, en Popayán, la capital del departamento, las autoridades ampliaron los cerramientos a las estaciones y de los Comandos de Atención Inmediata, CAI, de la Policía.
“Cerramos más calles porque es real la amenaza de más ataques de ese grupo terrorista”, relató un policía mientras cerraba las calles adyacentes a una unidad policial ubicada en el barrio Vásquez Cobo, en el centro histórico de la Ciudad Blanca.