Este jueves - 14 de diciembre - el Tribunal Superior de Buga emitió una sentencia en la que condenó al coronel en retiro Jorge Alberto Amor Páez a 31 años de prisión, como responsable de la masacre perpetrada por grupos paramilitares en el corregimiento de Alaska, Buga en Valle del Cauca en el año 2001.
En la masacre que perpetraron las autodefensas 24 hombres fueron asesinados, en un acto que marcó la memoria del municipio y sus habitantes.
Respecto a esta masacre que sucedió en el año 2001, tres exjefes paramilitares del bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, han confesado su participación y mencionaron el nombre del coronel Jorge Alberto Amor Páez, comandante del Batallón Palacé para ese entonces.
En un principio el coronel fue absuelto el pasado 27 de octubres de 2022 por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Buga, sin embargo, el Tribunal Superior de este municipio revocó la decisión en segunda instancia, condenado al coronel por omisión impropia al delito de homicidio en persona protegida.
De acuerdo con la acusación que realizó la Fiscalía General de la Nación, sucedieron hechos atroces en los corregimiento de La Habana, Alaska y La Magdalena, Valle del Cuaca, en el 2001.
Según la entidad, un grupo de paramilitares obligó a toda la comunidad a reunirse y posteriormente separaron a los hombres de las mujeres y los niños, luego, los 24 hombres, fueron ejecutados tras ser acusados de colaborar con grupos insurgentes de la región.
El coronel (r) también habría participado en otros hechos delictivos, según la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, decidió negar la petición del militar de anular la imputación de cargos que el tribunal de paz le formuló los delitos de desaparición forzada y el homicidio de persona protegida, considerados crímenes de guerra, además es señalado de cometer ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos en Dabeiba.
Respecto a las masacres presentadas en los municipios de de La Habana, Alaska y La Magdalena, la justicia determinó que el oficial incumplió con su deber de implementar acciones para proteger a la población civil, esta acción de exmilitar fue reconocida como un factor fundamental que facilitó y permitió que los paramilitares llevaran a cabo la masacre de las 24 personas.