Luego de conocerse el asesinato del líder indígena Phanor Guazaquillo, quien fue ultimado al estilo sicariato en Puerto Asís, Putumayo, el domingo 3 de diciembre, el representante de las curules de Paz William Aljure realizó un fuerte reclamo al presidente Gustavo Petro y al Ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.

“Ministro Velasco, gracias por venir. Estoy hablando de Phanor Peña, el hombre que le presenté, que le rogué que lo cuidáramos y ayer lo mataron. Pero no quiero que el presidente Petro ni tampoco el de la UNP me vaya a llamar y menos usted, Velasco, a decirme que qué vamos hacer con ellos, porque ya para qué los vamos a llamar. Para qué sí lo habríamos podido sacar ayer, antier de la comunidad, y tendríamos un hombre que hizo una historia en nuestro país con el capítulo étnico de la firma de la paz”, reprochó en otro aparte de su intervención.

Indicando que ese hombre abandonó su territorio para ayudar a construir una paz, y hoy es un muerto más. “Y me duele, créame que a mi si me duele, no solo porque ha sido un compañero de más de 10 años, sino porque soñaba con una paz estable y duradera en sus territorios y ni aún así, teniendo la investidura de lo que había hecho en La Habana le prestó atención este gobierno”, señaló.

El representante terminó manifestando que la muerte del líder indígena le indignaba y le dolía. “Tengo una tristeza muy grande haber podido hacer por lo menos yo algo por él, ya que ustedes como gobierno no lo hicieron. Claro que yo hoy en día también soy gobierno, pero de que me sirve si nos siguen matando”, recalcó.

El líder indígena asesinado

Phanor Guazaquillo Peña era un reconocido líder social, exconcejal de Puerto Asís y autoridad del pueblo indígena Nasa.

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), el asesinato de Guazaquillo se dio cuando este se encontraba en el funeral de su colega Manuel Carlosama, quien falleció en un accidente de tránsito.

La imposición de normas y otras formas de control social por parte de los grupos armados significan un permanente riesgo de violación de los derechos de la población. La dictadura local impuesta por un grupo armado es el preludio de un crimen, menciona Indepaz.