La ola de calor no da tregua en ninguna parte del mundo, en Colombia, por ejemplo, ha sido tan intensa que en regiones como la Caribe, donde están las ciudades como Valledupar y Riohacha, se han registrado temperaturas que oscilan entre los 39 grados durante este mes y en otros lugares como Barranquilla, han estado en los 37 grados.
De hecho, el pasado miércoles, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, la capital del Atlántico podría llegar a experimentar temperaturas de 35 grados en estos días, debido a que, según lo explicado por la entidad, se presentará durante la tarde muy nubosidad y aún sigue predominando el tiempo seco en ese sector de la costa norte del país. No obstante, es posible que el clima cambie luego de este jueves 31 de agosto a cuenta de la onda tropical en el mar.
Asimismo, el Ideam, explicó que durante la noche de este último día de agosto, habrá precipitaciones ligeras en sectores cercanos a la Sierra Nevada de Santa Marta, Sucre, el sur de Bolívar y Córdoba.
Según mencionó la entidad, “en horas de la tarde y noche del jueves (31 de agosto) se estima que se registren algunas precipitaciones moderadas, es decir, lluvias un poco más fuertes en el Atlántico, norte del Magdalena, norte de Cesar y hacia el occidente de La Guajira”.
Además, gracias a ese pronóstico, el próximo viernes se podrían presentar lluvias ligeras en Magdalena, norte del Cesar y varios territorios del Atlántico. Las pequeñas precipitaciones podrían llegar hasta el próximo sábado 2 de septiembre, de acuerdo con el pronóstico del Ideam.
Más consecuencias de las altas temperaturas
Unos pocos días de calor extremo pueden ser suficientes para sumir a millones de personas en la inseguridad alimentaria, privándolas de sus ingresos diarios, advirtió un estudio publicado este lunes.
La investigación, publicada en la revista Nature Human Behaviour, muestra que las consecuencias de las altas temperaturas pueden ser inmediatas para los trabajadores más pobres.
“Si hace calor hoy, la inseguridad alimentaria puede llegar en pocos días porque las personas no pueden trabajar, no ganan dinero y por ende, no tienen los medios para comprarse de comer”, explicó la autora principal del estudio, Carolin Kroeger, de la Universidad de Oxford.
La investigación demuestra, por ejemplo, que una semana de temperaturas extremas en India implica que ocho millones de personas más se enfrenten a la inseguridad alimentaria aguda. Así, la misma ola de calor puede provocar hambre para millones de personas, según resultados del análisis de 150 países, sobre todo en zonas tropicales y subtropicales.
Las personas que ejercen trabajos en los que se paga por pieza o por rendimiento son los más vulnerables.
El estudio cita el ejemplo de las mujeres de Bengala Occidental (India) cuyo sueldo depende de cuántos ladrillos al día han transportado. Cuando las temperaturas alcanzan máximos, pueden perder hasta un 50% de sus ingresos.
“Los mayores efectos se dan en los países de renta baja, con más empleos agrícolas o vulnerables”, apunta Carolin Kroeger.
En 2021 se perdieron 470.000 millones de horas de trabajo, el equivalente a casi una semana y media de trabajo por persona en todo el mundo, debido al calor extremo. Kroeger subraya que “los miniseguros o una mejora del derecho laboral” podrían amortiguar esta situación.
Los investigadores también hallaron que el alza de temperaturas afecta el nivel de los nutrientes esenciales en muchos de los cultivos alimenticios. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, cientos de millones de personas sufrirán al menos 30 “días de calor mortal” cada año antes de 2080.
Redacción de El País y Agencia AFP