La escasez de medicamentos en el país ha generado una grave crisis para los pacientes trasplantados de riñón, quienes dependen de estos fármacos para evitar el rechazo del órgano y garantizar su supervivencia. Según la Asociación de Pacientes Trasplantados, entre el 50% y el 70% de estos pacientes enfrentan retrasos en a entrega de sus medicamentos, lo que puede derivar en complicaciones graves, perdida del injerto e incluso la muerte.

La problemática no solo afecta la salud de los pacientes, sino que también afecta la sostenibilidad del sistema de salud, incrementando los costos por tratamientos adicionales.

Según el Instituto Nacional de Salud, el tiempo promedio de espera para un trasplante de riñón en Colombia es de 26 meses, aunque algunos pacientes han esperado hasta 17 años. | Foto: Getty Images

Conscientes de la urgencia de esta situación Colombiana de Trasplantes ha mantenido la continuidad en el suministro de medicamentos esenciales, incluyendo envíos a domicilio en todo el territorio nacional, con el objetivo de garantizar el bienestar de los trasplantados y mitigar los efectos del desabastecimiento.

Según el Instituto Nacional de Salud, el tiempo promedio de espera para un trasplante de riñón en Colombia es de 26 meses, aunque algunos pacientes han esperado hasta 17 años. Con un costo estimado de entre 80 y 115 millones de pesos por procedimiento, garantizar la continuidad del tratamiento postrasplante es fundamental no solo para preservar la vida de los pacientes, sino también para la estabilidad financiera del sistema de salud.

Sin embargo, la falta de entrega oportuna de medicamentos ha puesto en riesgo la efectividad de los trasplantes. Sergio Alejandro Peña Herrera, paciente trasplantado desde hace 35 años y profesional de apoyo a pacientes de la Fundación Retorno Vital, advierte sobre la gravedad de la situación: “A diario, atendemos el clamor de quienes, tanto bajo el régimen contributivo como el subsidiado, enfrentan obstáculos considerables por la falta de medicamentos. Esta escasez es a menudo resultado de la falta de convenios vigentes con las IPS o con su red de prestación para la dispensación de medicamentos, así como por la cartera morosa de las EPS con las entidades de salud, según nos comentan los pacientes que llegan a la fundación”.

La insuficiencia en los recursos para la salud está incidiendo en el gasto de bolsillo de los usuarios, quienes se ven obligados a comprar sus medicamentos. | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

“Esta falta de continuidad en los tratamientos no solo pone en peligro la efectividad de los trasplantes, sino la segunda oportunidad de vida que han recibido los pacientes gracias al trasplante”, explica Peña Herrera.

Desde la Fundación Retorno Vital se han gestionado 300 casos ingresados a través de la plataforma SUAP, asistiendo a los pacientes en la dispensación de sus medicamentos. Sin embargo, estos pacientes frecuentemente regresan con problemas recurrentes de no entrega de los mismos, lo que resalta la necesidad urgente de implementar soluciones efectivas y duraderas que garanticen la supervivencia y mejoren la calidad de vida de los pacientes trasplantados en Colombia.

En respuesta a este panorama, Colombiana de Trasplantes ha desarrollado un enfoque proactivo y centrado en el paciente para garantizar la entrega oportuna de tratamientos postrasplante en todo el país.

Durante 2024, la organización realizó 8,879 envíos aéreos y terrestres a 1,444 pacientes en 295 municipios y 31 departamentos, incluyendo zonas de difícil acceso como San José del Palmar (Chocó), Maicao (La Guajira) y Leticia (Amazonas). Gracias a su logística eficiente, el tiempo promedio de entrega de los medicamentos fue de solo tres días, lo que ha permitido reducir significativamente el riesgo de pérdida de injertos.

Colombiana de Trasplantes pone su experiencia y trayectoria a disposición del Ministerio de Salud y Protección Social y de las Entidades Administradoras de Servicios de Salud (EAPB), promoviendo una colaboración conjunta entre las EAPB, los prestadores de salud y los laboratorios farmacéuticos. | Foto: Fundación Valle del Lili

Conscientes de la gravedad de esta situación, la institución ha reiterado su disposición para trabajar en conjunto con el Ministerio de Salud y Protección Social y las Entidades Administradoras de Servicios de Salud (EAPB) con el fin de evitar interrupciones en los tratamientos.

“El valor de un trasplante no se limita al procedimiento quirúrgico; la fase postrasplante es igual de crítica. Garantizar que los medicamentos lleguen a tiempo es fundamental para preservar la vida del paciente y la inversión realizada en su tratamiento”, destacan desde la organización.