Conmoción es la que ha causado el asesinato del par de hermanos Susan Camila y Santi Esteban, de 7 y 4 años, en su casa, en el barrio Las Ferias de la localidad de Engativá, en el occidente Bogotá, presuntamente a manos de su padre, Darwin Beltrán.
A pesar de que los vecinos, al escuchar los gritos de los niños, decidieron forjar la puerta e ingresar a la vivienda para ayudar a los pequeños, lo único que encontraron fue una escena de horror.
Por eso ha llamado la atención que a pesar de haber sido imputado por el delito de homicidio agravado, Beltrán no aceptara los cargos tras ser imputado por el delito de homicidio agravado.
La Fiscalía General de la Nación, quien dijo que lo iba a imputar por homicidio y feminicidio agravado, solo lo acusó del primer cargo.
Los habitantes de Enfativá se han volcado a las calles para pedir justicia por los pequeños, pues aseguran que el hombre habría admitido haberles quitado la vida.
Darwin Beltrán, según lo dieron a conocer las autoridades, tenía antecedentes de violencia intrafamiliar por un ataque que le propinó a su expareja en el año 2019.
El sujeto además habría admitido en Medicina Legal lo sucedido con los pequeños, mientras le realizaban los exámenes médico-forenses, allí manifestó conocer que se encontraba detenido por la agresión que acabó con la vida de los menores, pero poco después, durante la audiencia de legalización de captura e imputación, rechazó los cargos.
No pudieron hacer nada por los niños
Héctor Vanegas, uno de los testigos, contó que todo sucedió cuando el papá de los niños le mostró a su expareja, quien acababa de llegar, el cuerpo de uno de los pequeños antes de que ella ingresara a la vivienda.
Tras presenciar lo ocurrido, varios vecinos empezaron a golpear las puertas y ventanas de la vivienda para poder ingresar, pero al lograrlo comprobaron que ya no había nada que hacer.
Por ahora lo que se espera es que se retome la audiencia contra Darwin Beltrán, este miércoles, donde posiblemente un juez dictará medida de aseguramiento en centro carcelario.
De ser así, podría ser enviado a La Tramacúa, prisión donde se encuentran recluidos otros asesinos de niños como Brayan Campo, feminicida de Sofía Delgado; Harold Andréi Echeverry, asesino de Michel Dayana González; y Rafael Uribe Noguera, homicida de Yuliana Samboní.